Este lunes empieza a regir el esquema monetario. El Gobierno intervendrá el dólar contado con liquidación (CCL).
¿Qué esperan los economistas?
¿Qué harán los exportadores?
Empieza a regir la nueva estrategia monetaria con la que el Gobierno interviene el mercado del contado con liquidación (CCL). La medida, que algunos economistas tildaron de “kirchnerista” por ir en contra de las ideas que pregona Milei, genera dudas sobre la reacción de los mercados.
Los especialistas anticipan un arranque de lunes cauteloso, a la espera de la implementación del esquema de “emisión 0” a través de la compra de dólares en el mercado cambiario (MULC) y en el que los pesos emitidos por esta vía serán reabsorbidos vendiendo dólares al valor del CCL.
Eliminada esta fuente de emisión y la de los puts (seguros para los bonos) que se anunciaría el miércoles, el Gobierno hará foco en mantener o achicar la base monetaria para contener la suba de dólar y consolidar la desaceleración de la inflación.
Aunque no se animan a pronosticar certeramente la reacción de los mercados, los analistas deslizan escenarios. Adelantan una leve reducción de la brecha –que el viernes trepó a 60% con el blue, que tocó un récord y llegó a $ 1.500–, y una posible caída de los dólares financieros, los bonos en dólares y los ADRs, las acciones de empresas argentinas que cotizan en Wall Street. Asimismo, prevén una eventual suba de los bonos en pesos.
No obstante, remarcan que, sin un anuncio oficial del Banco Central, la primera jornada hábil tras los anuncios de Milei y Caputo el sábado por la red X, desde los Estados Unidos, será clave: todo dependerá de la lectura de los mercados, dicen, y mantienen la reserva en sus proyecciones.
“Hay que ver cómo digieren esta decisión inédita, que no resuelve la dificultad de generar dólares ante los vencimientos de deuda y la escasez de divisas del BCRA. No me animaría a dar un resultado contundente de una respuesta positiva. Habrá cautela, una actitud de ‘esperar y ver‘, en el mejor de los escenarios”, opinó Ricardo Delgado, presidente de Analytica Consultora.
“La reacción debería ser una presión a la baja de MEP, CCL y bonos, ya que implica resignar la posibilidad de acumular reservas. Podría haber impacto en el nivel de actividad, las expectativas de recuperación pasarían al último trimestre”, afirmó el analista Diego Martínez Burzaco.
“Podría haber un limitado descenso de la brecha. Los bonos en dólares podrían arrancar cautelosos, ya que la acumulación de reservas ingresaría en una etapa de pausa. También los ADRs responderían con prudencia y volatilidad tras la recuperación reciente, a raíz de las preocupaciones sobre los tiempos y motores disponibles para un repunte de la actividad. Los inversores seguirán atentos las señales del FMI y la posibilidad de un nuevo programa con fondos frescos”, explicó el economista Gustavo Ber.
“A priori, esperaría que el dólar afloje un poco, por dos herramientas nuevas: primero, el miércoles se resuelve tema puts, esto generaba demanda de dólares, eventualmente presión de pesos; y segundo, aumentará la fuente de oferta del contado. Debería tener un impacto para abajo del dólar paralelo y los bonos en dólares. Los bonos en pesos podrían subir. Si la reacción es buena, se espera que el Gobierno acelere la salida del cepo. Y si es mala, puede que acelere otros planes”, consideró el economista Fernando Marull.
“Pone en jaque la acumulación de reservas y las metas con el Fondo. Imagino una baja en la brecha, no a niveles abruptos, probablemente más por las expectativas que por el volumen volcado al CCL. Podría haber un golpe en los bonos en dólares. Si la brecha se reduce, el BCRA participaría menos como comprador neto. Es una medida audaz, con un camino a recorrer delgado. Si se lo toma con optimismo, sería momento de mostrar una hoja de ruta en el levantamiento del cepo. En caso contrario, está en el filo”, analizó Salvador Vitelli, de Romano Group.
“Deberían acompañar con la suba de tasas”, apuntó Jorge Vasconcelos, economista jefe de Ieral de Fundación Mediterránea, y agregó que “se va a justificar el mayor costo financiero de la deuda con la ganancia cuasifiscal de vender dólares en CCL”. “¿No sería más lógico implementarlo con tipo de cambio flotante? Sería flotación sucia, de todos modos”, cuestionó.
La pregunta es qué postura tomarán los exportadores. Con retrasos en liquidaciones y bajos volúmenes operados, estiman que de persistir el ‘blend’ ( la posibilidad de liquidar 80% al oficial y 20% por CCL), el BCRA perdería US$ 5.500 millones hasta fin de año. “Hay que monitorear la predisposición de chacareros a vender. Si funciona, debería achicarse la brecha y hacerse menos atractivo el ‘blend’, con precios internacionales deprimidos”, concluyó Vasconcelos.