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Cada vez más jóvenes trabajan en apps de viajes y delivery: hasta cuánto se puede ganar

Según los datos de distintas aplicaciones, hay entre un 20% y un 40% más de conductores y repartidores que hace un año. La mayoría tiene menos de 35 años.

Algunos eligen esta actividad como un complemento a su ingreso principal, mientras que en otros se vuelcan a tiempo completo.

Tiempo de crisis y resiliencia. En un contexto económico recesivo y desafiante, las plataformas tecnológicas de delivery y movilidad se perfilan como nuevas oportunidades de trabajo. Cada vez son más las personas que prestan servicios como repartidores o conductores a través de estas aplicaciones para encontrar una salida laboral inmediata o generar ingresos que les permitan mejorar la calidad de vida.

Así lo pudo comprobar Clarín con las fuentes consultadas. Desde Cabify, una app de viajes, señalan que más de 10 mil personas se anotan todos los meses para empezar a manejar y marcan que el número llegó a duplicarse a principios de este año. En DiDi, indican que la cantidad de conductores registrados en 2023 superó el 40%.

Asimsimo, PedidosYa, del rubro del delivery, asegura que cuenta con más de 45.000 repartidores lo que implica un crecimiento aproximado del 20% con respecto al año pasado. Y Rappi sostiene que en marzo de 2023 hubo alrededor de 30.000 mil repartidores activos mientras que en el mismo mes de 2024 la cifra alcanzó los 36.000.

¿Qué historias hay detrás de estas cifras? A Gastón Fazekas, un joven de 33 años, lo despidieron de su trabajo en 2019, sin haberle pagado la indemnización ni el sueldo correspondiente. Un día, mientras caminaba por la calle, descubrió que Rappi había llegado a Córdoba. Sin dudarlo, se registró y empezó a entregar pedidos con su moto.

Gastón Fazekas (33) perdió su trabajo en 2019, pero encontró una salida laboral inmediata y accesible en la aplicación de delivery.  Crédito RappiGastón Fazekas (33) perdió su trabajo en 2019, pero encontró una salida laboral inmediata y accesible en la aplicación de delivery. Crédito Rappi

“Desde ese momento hasta el día de hoy, se convirtió en mi principal fuente de ingresos. Incluso, me permitió ahorrar para comprarme una impresora 3D. Después de unos años, realicé un curso de programación. Ahora, combino ambas actividades por la flexibilidad horaria que permite la aplicación”, comparte con este medio.

David Suárez tiene 29 y vivió durante 2 años en una residencia universitaria. “En agosto del año pasado, empecé a trabajar como repartidor en Rappi y en junio de este año por fin pude mudarme. Alquilé un departamento en el barrio de Caballito. Lo que más valoro de este empleo, aparte de haberme podido mudar, es la libertad de tiempo que uno puede aprovechar para organizarse”, comenta.

El perfil de los trabajadores en Apps

La edad promedio de los choferes de apps en Argentina es de 34 años. Según la base de datos de Cabify, menciona Manuel Machado, jefe de crecimiento de la app, el 65% tiene entre 25 y 44 años, el 47% cuenta con estudios secundarios completos, el 72% trabaja como conductor a tiempo completo, el 75% son argentinos nativos, el 60% se mueve en Buenos Aires y el Gran Buenos Aires y un dato alarmante: la mayoría, el 85%, no tiene otro empleo formal.

David Suárez (29) consiguió mudarse gracias a los ingresos que le genera la aplicación. Crédito RappiDavid Suárez (29) consiguió mudarse gracias a los ingresos que le genera la aplicación. Crédito Rappi

La flexibilidad horaria (52%), la independencia (38%) y la posibilidad de generar ingresos adicionales (10%) rankean entre los principales motivos que priorizan los usuarios a la hora de elegir esta modalidad de empleo.

Son varios los ejemplos de conductores que optan por trabajar con la aplicación de una manera complementaria o temporal. Por ejemplo, muchos las eligen durante el proceso de búsqueda laboral. “Detectamos que el 74% prefiere manejar en sus tiempos libres para complementar con otras actividades”, puntualiza Delfina Orlando, Gerente Senior de Comunicaciones para DiDi Cono Sur.

PedidosYa menciona que el 70% de sus repartidores prestan servicios en un promedio de 3 horas al día, acomodando sus tiempos y necesidades, y que el 10% se conecta la cantidad de horas equivalentes a un trabajo de jornada completa. “El 80% tiene menos de 36 años. En los últimos años, notamos que muchos jóvenes con dificultad para conseguir trabajo encuentran en esta modalidad una alternativa para generar ingresos”, refiere la plataforma.

Por otro lado, Rappi observa que desde hace varios meses aumentó el número de argentinos en la flota de sus repartidores. Y describen que el 80% tiene entre 18 y 39 años, que el 87% está integrado por hombres y que más del 50% se conecta alrededor de 20 horas por semana.

“Notamos que el ciclo de vida promedio en la plataforma es de 3 meses y que algunos trabajadores deciden utilizar 2 aplicaciones en simultáneo. Además, 2 de cada 3 repartidores combinan Rappi con otro tipo de actividad”, aporta Franco Lena, Gerente General de Rappi para Argentina y Uruguay.

Mercado laboral digital

El mundo de los riders también cobra vida en la comedia negra del dramaturgo Iñigo Guardamino quien escribió un relato ficticio sobre estos trabajadores basado en su vivencia durante la pandemia. “Amarte es un trabajo sucio”, que se estrenará el 3 de agosto en el teatro El Extranjero, alude a un joven abogado que tiene mala suerte en las entrevistas laborales y por amor propio accede a sumarse a la flota del delivery.

Para Llovet, que también es CEO de Nawaiam, estas oportunidades laborales representan una respuesta pragmática a las dificultades económicas que enfrenta la población. Incluso, considera que la necesidad de empleo durante la pandemia logró que las personas se acercaran más a la tecnología, usando aplicaciones amigables y recibiendo ayuda de sus hijos para entenderlas.

“Estas plataformas crearon nuevas fuentes de empleo que antes no existían lo que nos traslada a un nuevo debate: el panorama tradicional del trabajo se está redefiniendo a partir del avance tecnológico y, principalmente, de la inteligencia artificial”, subraya Llovet.

Layla Scheli es ingeniera experta en datos e IA (inteligencia artificial). Le explica a Clarín que si bien las aplicaciones de delivery y movilidad ofrecen una salida económica inmediata durante tiempos difíciles, sin la necesidad de una inversión inicial significativa en infraestructura o capacitación especializada, también exponen fluctuaciones económicas y decisiones corporativas.

“Es clave abordar las preocupaciones sobre las condiciones laborales y promover políticas que protejan los derechos y el bienestar de los trabajadores en esta “economía emergente y digitalizada”, analiza.

Ganancias e impacto inflacionario

La composición del ingreso de los repartidores depende de diversos factores como el día, horario, factores climáticos y recorrido en los que prestan el servicio. A modo de referencia, en valores de julio, el ingreso promedio ronda entre los $ 4.400 y $ 6.000 por hora, a lo que hay que sumarle las propinas, de las que el repartidor percibe el 100%.

“Los repartidores pueden generar ganancias de hasta 3 veces el salario mínimo vital y móvil. Las tarifas se actualizan para que no pierdan poder adquisitivo. Cuando se generan ocasiones de consumo especiales, otorgamos incentivos que los ayudan a maximizar sus ingresos”, enfatizan desde Rappi. Además, los PedidosYa Markets –supermercados propios 100% online– crecieron un 37% en el primer semestre del año.

Los conductores son monotributistas prestadores de servicios que les facturan a las aplicaciones. Perciben ganancias netas. El monto varía y depende de cuánto tiempo estén conectados en la plataforma. “La empresa ofrece la posibilidad de ganar hasta $ 400.000 por semana trabajando 8 horas diarias. Existen diferentes rangos de antigüedad para los conductores y cada uno percibe comisiones diferenciadas”, suman desde Cabify.

En DiDi mencionan que desde que la plataforma desembarcó en Buenos Aires, en noviembre de 2020, produjo un impacto económico de 723 millones de dólares. “Integra las ganancias netas que generaron los conductores que se conectaron a través de la app, es decir, que pudieron aportar en su economía familiar, sumado al dinero que ahorraron los pasajeros al acceder a descuentos de viajes”, explican.

Una conductora experimentada

Carolina Roldán (43) trabaja desde hace 6 años con la aplicación de Cabify. Calificada con 5 estrellas, el volante a través de la plataforma representa hoy su única fuente de ingresos. Hace un año y medio logró comprar su propio auto cero kilómetro mediante un crédito UVA. Como las 48 cuotas le resultan muy elevadas, se ve forzada a trabajar 12 horas por día, de lunes a lunes.

“Los gastos del auto están a cargo del propietario en función de su ingreso. Por eso, de la ganancia neta, un 60% aproximadamente se lo lleva la manutención del vehículo para garantizar un funcionamiento óptimo y un servicio adecuado. Cuento con un equipo de gas para ahorrar en combustible. Así, invierto un promedio de $ 11.000 diarios y recargo $ 20.000 mensuales, lo cual equivale a medio tanque de nafta. Asimismo, las app cobra una comisión directa”, describe.

Carolina Roldán empezó a trabajar en Cabify en 2018 y la plataforma representa hoy su principal fuente de trabajo. Crédito Carolina RoldánCarolina Roldán empezó a trabajar en Cabify en 2018 y la plataforma representa hoy su principal fuente de trabajo. Crédito Carolina Roldán

Su organización financiera y la vasta experiencia en la plataforma le permiten obtener mayores ganancias con una buena tasa de aceptación por parte de los usuarios. De hecho, confiesa que le gustaría postularse como mentora de otros conductores que estén interesados en aprender.

Carolina inició este trabajo en 2018 porque necesitaba tener un ingreso inmediato, pero proyecta desarrollarse en su profesión, en el área comunicacional como conferencista. “En tiempos de crisis, una historia de superación alimenta la esperanza y ayuda a salir adelante”, resume.

MG

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