Es el 78% del stock total de bonos asegurados. Pagó $ 90.000 millones.
El Gobierno ofreció varios endulzantes
Milei dijo que tenía que cerrar esa canilla para levantar el cepo
Después de sumar a última hora un nuevo incentivo al sector bancario, el Banco Central recompró este jueves los seguros sobre los bonos en pesos , denominados puts, por un valor de $ 13 billones, equivalente al 78% de un stock de $ 16,7 billones en títulos asegurados. De esa manera, el equipo económico avanzó en el desarme de una de las canillas que el Presidente considera estratégica para evitar un potencial shock de emisión pesos que presione sobre el dólar, y avanzar en salida del cepo.
“El Banco Central de la República Argentina (BCRA) informa que aceptó las ofertas de rescisión de opciones de liquidez de títulos públicos nacionales por un valor total de $13,17 billones, de los cuales $10,89 billones corresponden a opciones americanas (ejecución inmediata) y $2,28 billones a opciones europeas (ejecución 30 días previos al vencimiento del título). El monto remanente de opciones de ejecución inmediata se redujo a un 22% del monto total original”, informó la entidad en un comunicado.
El BCRA abonó a las entidades financieras $ 90.000 millones por las primas que habían pagado los bancos en su momento y que fueron ajustadas por inflación, uno de los puntos que reclamaron desde el sector. “Esta operación contribuye significativamente a reducir la incertidumbre respecto a la programación monetaria al eliminar uno de los elementos con mayor potencial de emisión que existía en el sistema financiero, sin control directo del BCRA”, agregó la autoridad monetaria.
El Gobierno inició negociaciones en junio con los banqueros y aceleró el paso la semana pasada. El BCRA convocó a las entidades a rescindir sus opciones este miércoles y jueves. “Vendieron algo, pero no todo”, dijeron en una cámara. “Hasta donde sabemos, casi todos los bancos vendieron todos los puts”, señaló otra fuente de la city.
Hasta el miércoles, las entidades se resistían a ceder los seguros de liquidez después de tres jornadas con caída de los bonos. Para tentarlas, el organismo presidido por Santiago Bausili flexibilizó el límite de tenencia de bonos en la cartera de los bancos, ofreció la devolución de las primas pagadas por cada entidad (proporcional al tiempo remanente y ajustadas por inflación), y este jueves sumó un nuevo endulzante con la baja de las tasas de pases activos de 1 a 7 días del 60% al 48% nominal anual.
“La tasa de pases activos es por prestarle pesos a los bancos, lo que hizo el Banco Central es abaratar el costo a los bancos cuando le piden liquidez, es una medida complementaria a los puts. Eliminaron una canilla contingente de los puts y flexibilizaron los pases, porque sin esos seguros tienen un título más ilíquido, si lo tienen que vender al mercado, probablemente represente una pérdida. Entonces le abaratan la ventanilla de liquidez por si la llegan a necesitar”, explicó Gabriel Caamaño, director de Outlier.
Los seguros de liquidez fueron creados en julio de 2022 durante la gestión de Alberto Fernández para que los bancos financiaran al Tesoro a cambio de darles una opción de salida rápida de los bonos. Así, en caso de una corrida, las entidades pueden ejecutar el contrato y el Banco Central debe comprarles los bonos, fijando un precio sostén cuando la demanda se desploma. El Gobierno buscaba eliminar los put americanos, aquellos que pueden ser ejercidos en forma inmediata.
Según 1816, el Gobierno de Javier Milei emitió más la mitad de los puts -unos $ 8 billones-, pero desde marzo empezó a restringir su emisión ante la venta masiva de bonos en pesos en enero y febrero en medio del fogonazo inflacionario provocado por la devaluación y la fuerte baja de tasas. Y en mayo el Presidente apuntó contra el Fondo Monetario por permitirle a la gestión anterior “un mecanismo de financiamiento indirecto” y dejarle el “puffo” a su administración.
En su comunicado, el Banco Central destacó que el acuerdo fue posible gracias a un trabajo conjunto entre el BCRA y las entidades financieras participantes que priorizaron como objetivo la normalización del funcionamiento del sistema financiero, y la eliminación de instrumentos con “potencial disruptivo” sobre las variables macroeconómicas.
“Es un paso adicional en el proceso de saneamiento de su balance, recupera el control del manejo de la política monetaria, y refuerza el compromiso con la eliminación de las fuentes de emisión que puedan afectar adversamente el proceso de estabilidad financiera y desinflación ya iniciado”, aseguró.