- El jefe José Ojeda se refiere a la zapatilla que habría sido “plantada” por el comisario Maciel.
- También relata cómo fue el momento en que llegó al naranjal.
- “Si teníamos la posibilidad de encontrarlo en Chaco ahora es cada vez más nula”, lamenta.
“¿Dónde está Loan?”, reza un cartel en letras rojas apoyado contra una pared gris en una esquina de 9 de Julio, Corrientes. Allí, desde hace 12 días que se exige desesperadamente la aparición de Loan Danilo Peña (5), a quien se lo vio por última vez en un almuerzo en lo de su abuela en un paraje cercano a dicho pueblo. El expediente pasó a la Justicia Federal, porque se imputó a cinco de los detenidos por el delito de captación de personas con fines de explotación.
En esta cobertura, Clarín transita las calles en vilo y toca la puerta de la sede de Bomberos de 9 de Julio. Una construcción pegada a la comisaría que hasta este entonces era encabezada por Walter Maciel, ahora uno de los imputados y acusado de desviar la investigación.
“Nosotros siempre estuvimos buscando algo que ya no estaba”, dice, una vez dentro, el jefe de Bomberos José Ojeda. A él, 12 días atrás, uno de los hermanos de Loan le tocó la puerta para decirle que el nene había desaparecido de la casa de su abuela paterna Catalina Peña (87), a las dos y media de la tarde.
El plan después del aviso fue salir en conjunto con la Policía. Pero ahí se cruza una información: le avisan que al mismo momento se desarrollaba un incendio en sentido opuesto al camino que debían tomar para dirigirse a la casa de Peña.
“Viene una camioneta de la Policía y me dice ‘Mirá que hay un incendio en la casa de Insaurralde’. Llama alguien del personal en ese momento y me dice lo mismo: ‘Jefe, tenemos un incendio de vivienda’. Entonces automáticamente yo le digo a Maciel ‘Bueno, vayan ustedes, nosotros apagamos el incendio, terminamos nuestro trabajo y nos vamos ayudarlos’”, señala Ojeda. Dice que con Maciel no había llegado a tener mucho contacto debido a que el acusado no tenía mucho tiempo desempeñando esa función en 9 de Julio.
Las tareas de extinción de ese incendio pudieron durar cerca de una hora y media. Luego, el equipo debía sortear el camino, dejar el autobomba en el cuartel, cambiarse, subirse a la camioneta y dirigirse directo a los rastrillajes en el paraje donde Loan seguía desaparecido.
“Cuando llegamos había un mundo de gente buscando al nene. Entonces, nos bajamos a recabar datos sobre él: quién era, cómo era. ¿Y a quién me encuentro en ese lugar? A ese matrimonio”, comenta.
No los menciona a la primera, pero se refiere a la ex funcionaria municipal María Victoria Caillava y a su esposo, el ex capitán de navío Carlos Pérez. Ambos imputados también por la desaparición del pequeño. “Somos allegados, nunca fuimos amigos, pero ella era funcionaria pública y yo también lo soy”, se explica.
Es por esa confianza que Ojeda decidió preguntar a Caillava, sin rodeos.
―¿Qué pasó, Victoria?
―Se perdió un nene, se fue a buscar naranjas al naranjal― fue su respuesta.
“El naranjal no tenía naranjas, no había ni cáscaras de naranja, nada. Lo de ellos (Caillava y Pérez) nos tomó de sorpresa a todos, esto de que podrían haberlo vendido a Loan. No eran una familia que uno pensara a simple vista que pudieran llegar a hacer eso”, describe.
Y añade: “Uno de los nenes nos marca que salió corriendo al campo, no hacia su papá como habían dicho algunos. Se pudo haber asustado, pero revisando bien el campo vemos que la tranquera no la pudo haber abierto él, tal vez pudo haber pasado por abajo pero al tener alambre eléctrico… pensé que hasta pudo haber quedado desvanecido, mandamos a recorrer y no había nada. Como si lo hubiesen abducido”.
Tras el trabajo de los perros en la zona de la desaparición, para Ojeda había algunas certezas que demostraban que había habido pistas falsas, plantadas, con la intención de desviar el foco de investigación.
Por ejemplo, aquel primer encuentro de una zapatilla de Loan (que ahora la fiscalía denunció que efectivamente fue plantada en una clara alteración de la escena del hecho): “Nos llamó la atención luego que en el rastrillaje, quien encuentra el zapato sin querer queriendo buscándolo a Loan es la mujer de Antonio (Laudelina Peña). No es Maciel. Eso nos levantó el ánimo y nos dio un indicio de que podíamos encontrarlo, pero nos comimos un amague”.
“Llegamos a la conclusión de que lo alzaron de ahí (del naranjal), lo subieron a un vehículo y luego lo subieron al otro. Tener un nene encerrado en un auto ya pasa a ser muy macabro. Victoria y Catalina se trataban de parientes, así que decir que esa visita fue la primera que tuvieron a la casa de Catalina es mentira”.
Los seis detenidos por este caso son Antonio Benítez, Mónica Millapi y Daniel Ramírez; para Carlos Pérez, Victoria Caillava y Walter Maciel se dictó la prisión preventiva. El defensor de Millapi y Ramírez apuntó recientemente contra la falta de investigación a Laudelina Peña, Catalina Peña y el padre de Loan, José. Los tres estuvieron el día del almuerzo en el paraje.
9 de Julio. Enviada especial
AS