Es para intensificar el diagnóstico y la vigilancia genómica que permite seguirle el rastro al Clado Ib, que está circulando en varios países africanos y parece ser más transmisible, virulento y con más mortalidad.
Tras la identificación de una nueva variante del virus Mpox (también conocido como viruela símica) que se está expandiendo rápidamente por el África subsahariana, el Clado Ib, la OMS declaró hoy al mediodía la emergencia sanitaria global. Ya hace unos días la Organización Panamericana de la Salud (OPS) había llamado a fortalecer la vigilancia, incluida la detección en el laboratorio y la secuenciación genómica de los casos confirmados. Si bien la nueva variante no fue reportada en nuestro continente, el organismo instó a permanecer atentos a la detección de posibles casos importados.
Expertos independientes se reunieron en forma virtual hoy, miércoles, para ayudar a decidir si el brote de Mpox en África es también una emergencia de salud pública mundial y qué recomendaciones debería emitir la organización internacional para gestionar la propagación de la enfermedad. Entre otros, la decisión tiene aspectos eminentemente administrativos. Por ejemplo, abre la puerta para que los fabricantes de vacunas puedan solicitar una licencia de emergencia que permitiría a grupos internacionales, como Unicef y Gavi (la alianza global de vacunas), adquirir y distribuir inmunizaciones.
“Hay dos vacunas aprobadas para el tratamiento de la viruela símica o Mpox que brindan protección contra las formas graves y la transmisión –informa Marcelo Vila, consultor en VIH, hepatitis, tuberculosis e infecciones de transmisión sexual de OPS–. Son derivadas de la vacuna de la viruela humana [ya erradicada] y están indicadas en el contexto de brotes para contactos cercanos y población en riesgo, no tienen indicación universal”.
El alerta epidemiológico de la OPS no es muy diferente de los que se emiten habitualmente para que los países refuercen no solamente el diagnóstico y la notificación, sino también la secuenciación genómica que permite detectar qué tipo de virus está circulando. “El nuevo clado que se expandió en África no circula en otros continentes –destaca Vila–. La viruela símica o Mpox es una zoonosis, había transmisión de animal a humano, pero muy poca de humano a humano. Cuando aparece el brote de hace dos años, lo hace en entornos de relaciones sexuales y afectando principalmente a ciertos grupos poblacionales. La alerta epidemiológica y el llamado al comité de emergencias tiene que ver con que hubo una mutación que se está propagando también por vía sexual en África (porque cuando mutan los virus también pueden cambiar los modos de transmisión) y con una tasa de mortalidad más alta, a diferencia del anterior que podía ser mortal, pero en especial en personas con inmunodepresión, no por el virus en sí mismo”.
Se estima que la nueva variante, que se asocia con transmisión sostenida, aparición de casos en un rango más amplio de edad, incluidos niños, y mayor virulencia y mortalidad que la ya conocida, surgió en la República Democrática del Congo en septiembre de 2023. Desde principios de este año hasta el 26 de julio, el Ministerio de Salud de ese país notificó 14.479 casos y 455 muertes. Según el informe, “el número de casos notificados en los primeros seis meses de este año iguala lo registrado todo el año pasado”. El aumento sería de un 162%. Los niños menores de 15 años representaron el 66% de los casos y el 82% de las muertes. También se notificaron casos de la nueva variante en Ruanda, Uganda y Kenia. Se estima que ya hay circulación del virus en por lo menos 16 países de esa región.
El panorama puso en pie de alerta a especialistas y los Centros de Prevención de Enfermedades africanos ya habían declarado la emergencia sanitaria en el continente un día antes. Desde el 1° de enero de 2022 hasta el 2 de agosto de 2024, se registraron 99.176 casos de viruela del simio confirmados por laboratorio en 116 países/territorios/áreas y 208 muertes distribuidas en las seis regiones de la OMS.
En América, 31 países y territorios notificaron 62.752 casos de Mpox entre 2022 y el 1° de julio de 2024, incluidas 141 muertes, pero sólo se detectó por ahora el clado II (no el que está circulando por África). La mayoría de los casos se identificaron a través de servicios de atención a pacientes con VIH, servicios de salud sexual o centros de atención primaria de salud y afectaron principalmente, aunque no con exclusividad, a hombres que tienen sexo con hombres.
Según el informe de la OPS, el 80,5% de los casos acumulados se concentra en 10 países: Estados Unidos, Brasil, España, Francia, Colombia, México, Reino Unido, Perú, Alemania y República Democrática del Congo. El 96,4% de los casos con datos disponibles son de sexo masculino y la mediana de edad es de 34 años. Los hombres de entre 18 y 44 años siguen viéndose afectados de manera desproporcionada por este brote, ya que representan el 79,4% de los casos notificados. Entre los casos con orientación sexual reportados, el 85,8% se identificaron como hombres que tienen relaciones sexuales con hombres. De todos los tipos probables de transmisión, los encuentros sexuales fueron la vía más frecuentemente reportada.
“El riesgo para nuestra región es que ingrese con viajeros; o sea, como casos importados –dice Guzzi–. En el brote de 2022, la enfermedad se disipó rápidamente. Afectó a poblaciones claves, sobre todo hombres que tienen sexo con hombres. Hay que intensificar la vigilancia epidemiológica y por supuesto seguir promoviendo las medidas de prevención de la transmisión, sobre la que todavía hay controversia. La OMS no acepta la vida sexual de Mpox, aunque hay muchos organismos sanitarios que sí lo hacen, sobre todo a partir del aislamiento de virus en muestras de semen. Y esto es importante porque exige una intensificación del asesoramiento y el cuidado en las relaciones sexuales. Además, se puede transmitir por contacto directo piel a piel o de piel a mucosas, con lesiones o tejidos que están infectados, o por el contacto indirecto a través de objetos o ropa de cama contaminados y con elementos infectados del paciente, a partir de gotas”.
Con respecto al riesgo que la declaración de la OMS permite inferir para nuestro país, Vila explica que se da en un escenario muy diferente del que hubo con el SARS-CoV-2: “Estamos hablando de un virus que mutó y que tiene características distintas, pero también de pocos miles de casos en África. No estamos hablando de cientos de miles de casos y de un microorganismo que se transmite rápidamente por el aire. No es la misma situación en absoluto –afirma–. Estas alertas sanitarias tienen que ver con la importancia pública de monitorear muy de cerca. No estamos en la puerta de una pandemia como fue el Covid. Sí es un virus que hay que vigilar de cerca para evitar que se propague”.
La declaración de emergencia internacional también implica, en términos de la OMS, la posibilidad de movilización de recursos y de fondos estratégicos para emergencias. Se facilita el apoyo a los países afectados para hacer un mejor control y seguimiento de la evolución del virus. Y también afiliza algunas cuestiones que tienen que ver con la gestión financiera, logística, y de provisión de vacunas y medicamentos.
“En términos de prevención, más allá de este brote de África, hay que decir que sigue habiendo circulación de bajo nivel del virus en la región, particularmente en la Argentina, donde en las últimas cuatro semanas se notificaron cinco casos –afirma Vila–. Es decir, que las personas que pueden estar en mayor riesgo de contraer Mpox, si tienen algún síntoma compatible con vesículas o ampollas en la zona genital, hagan la consulta médica para poder evaluar si está presente. Y a los colegas, la recomendación es que estén atentos, sobre todo en los entornos de atención de VIH o enfermedades de transmisión sexual, a personas que tengan lesiones de piel o mucosas en la región perianal o genital que puedan ser compatibles, para hacer el estudio, y la eventual notificación y clasificación del virus”.
Fuente: eldestape