El interventor de los medios públicos dispensó de ir a trabajar a todos los empleados de la exTélam hasta fin de mes.
Duraron solo dos días abiertos los dos edificios donde iban a funcionar la agencia de publicidad APESA y la web digital RTA Noticias.
Fuentes oficiales dijeron que reabrieron los retiros voluntarios y planean desvincular a otros 200 empleados.
El Gobierno dio marcha atrás con el proyecto de lanzar una agencia de noticias dentro de Radio y Televisión Argentina (RTA) y resolvió cerrar nuevamente los dos edificios de la exTélam y dispensar de ir a trabajar a los 450 empleados hasta fin de mes.
La decisión la tomó el interventor de los medios públicos, Eduardo González, al día siguiente de reabrir los edificios porteños de la exTélam, que habían sido rebautizados por la gestión oficial como Agencia de Publicidad del Estado Sociedad Anónima (APESA) y RTA Noticias.
El interventor González firmó este jueves una nota dirigida a los directivos de la exTélam, “en función de las medidas que viene llevando a cabo el Gobierno nacional, a fin de que tengan a bien comunicar a todo el personal que se dispone la dispensa de prestación de débito laboral con goce haberes hasta el día 31 de julio inclusive”.
Es que de los 780 empleados que tenía la exTélam, hubo 370 que firmaron el retiro voluntario, pero el Gobierno insiste en que hay 200 a los que va a citar para que acepten los retiros voluntarios, ya que de lo contrario pretende desvincularlos en los próximos dos meses.
La medida sorprendió a los 480 empleados de la exTélam, que este miércoles y jueves concurrieron a sus lugares de trabajo, porque vencía la dispensa que tenían desde marzo pasado y estaban contentos de reintegrarse a sus lugares de trabajo.
“Es insólito que ayer fuimos a firmar el traspaso de la exTélam a RTA Noticias, con un montón de promesas sobre los contenidos que íbamos a generar… y ahora vuelven a cerrar los edificios y nos dicen otra vez que ya no vayamos a trabajar ahí”, protestó uno de los periodistas que firmó su transferencia a la nueva unidad de negocios de RTA, la empresa que maneja Radio Nacional y la TV Pública.
Es que luego de firmar el viernes pasado un acta de compromiso con los gremios, el Gobierno levantó las vallas que impedían el ingreso a los edificios donde funcionaba la exTélam. Los periodistas lo hicieron en el edificio de avenida Belgrano 347, donde trabajaban antes; mientras que los del área publicitaria volvieron a Bolivar 531, para hacer lo mismo que hacían antes, en la nueva Agencia de Publicidad Estatal Sociedad Anónima (APESA), que se encargará de distribuir, controlar y pagar la publicidad oficial del gobierno nacional.
“APESA va a ser el canal por medio del cual los medios van a poder canalizar la pauta del Estado. Mientras que unos 100 periodistas de Télam van a generar contenido para la TV Pública y Radio Nacional”, dijo el miércoles una fuente oficial a Clarín. Y añadió: “Telam tenía en la cablera entre 1.400 y 1.500 proveedores que se suscribían para acceder a la información. Ahora ya no vamos a tener una cablera, pero se les va a ofrecer a esos proveedores para que mediante una suscripción adquieran esa información, a través del portal de RTA Noticias”.
El modelo para RTA Noticias era similar al del diario El País, de España, que permite leer el título y un primer párrafo de la información, pero si uno quiere leer toda la nota tiene que suscribirse. En el caso de las fotos, RTA Noticias le iba poner una marca de agua, para que los medios que quisieran utilizarla tuvieran que suscribirse para poder publicarlas. “El plan es que genere ingresos y sea autosustentable”, planteó este miércoles una fuente oficial.
Sin embargo, cuando se difundió esa información, el Gobierno tuvo una serie de frenéticas reuniones y resolvió dar marcha atrás.
“Luego del exitoso cierre de la agencia propagandística del kirchnerismo, la administración del presidente Milei evalúa despedir al resto de los periodistas que no aceptaron los retiros voluntarios”, dijo este jueves una fuente oficial. Y agregó que habían decidido volver a cerrar los dos edificios de Bolivar y avenida Belgrano, a los que el fin de semana les habían levantado las vallas.
“Por el momento, el destino de los periodistas no está resuelto pero no estamos dispuestos a montar un área de noticias donde en vez de información sin sesgos haya editorialización con tintes progresistas“, señalaron las fuentes oficiales.
“A pesar del acampe diario y los fallidos intentos de amparo, en tan solo cinco meses se logró con éxito la desvinculación de 370 empleados y se estima que de confirmarse el despido del residual periodístico, serían alrededor de 200 más, cumpliendo con éxito otra promesa de campaña realizada por el presidente Javier Milei“, concluyeron las fuentes oficiales.
Del cierre, a la dispensa laboral
El Presidente Milei anunció el cierre de la agencia Télam el viernes 1 de marzo, cuando dio el discurso de apertura de las sesiones ordinarias en el Congreso.
“Vamos a cerrar la agencia Télam, que ha sido utilizada en las últimas décadas como agencia de propaganda kirchnerista”, dijo el Presidente ese viernes por la noche en el Congreso.
Tres días después la agencia dejó de funcionar, se dio de baja su sitio web, las dos sedes porteñas de la agencia amanecieron valladas, y sus empleados fueron “dispensados” de ir a trabajar.
Desde entonces, hubo un Plan de Retiros Voluntarios, que tuvo la adhesión de 370 empleados, la mitad de la plantilla laboral. Además, habían intimado a todos los empleados de Télam a devolver las notebooks, cámaras fotográficas, filmadoras, drones y otros dispositivos que les fueron asignados para realizar sus tareas periodísticas.
Diego Chaher, entonces interventor de Télam, le había solicitado a fines de mayo a la Secretaría de Trabajo que le dé “trámite prioritario y urgente” al pedido de aplicar el Procedimiento Preventivo de Crisis, para “habilitar en forma inmediata” los despidos del resto del personal.
Pero el gobierno demoró esa medida, en simultáneo con el reemplazo de Nicolás Posee por Guillermo Francos en la Jefatura de Gabinete, junto con el ascenso de Chaher como secretario de Empresas del Estado, en reemplazo de Mauricio González Botto; y de Eduardo González, de coordinador general de RTA, a interventor de todos los medios públicos. Mientras la negociación con los bloques “dialoguistas” de la oposición en el Senado, por la Ley Bases, forzó el retiro de la TV Pública y Radio Nacional de las empresas a ser privatizadas por el gobierno, medida que fue luego ratificada por la Cámara de Diputados.
A diferencia de los “inminentes despidos” en Télam que anunciaba antes el gobierno, durante el último mes se profundizó el canal de diálogo con los empleados y los gremios para reabrir el área publicitaria y reconvertir la agencia de noticias con los que no aceptaron el retiro voluntario.
De hecho, este miércoles el Gobierno anunció la reconversión de la exTélam en dos áreas separadas: la Agencia de Publicidad del Estado (APESA) y RTA Noticias, con menos de la mitad de los empleados, que planeaban realizar actividades similares y en los mismos lugares donde trabajaban antes, pero con un modelo de negocio “autosustentable”, más a tono con la convergencia y las tendencias internacionales, según aseguraban las fuentes oficiales.
Pero luego de difundirse esa información, todo cambió abruptamente y el jueves por la tarde el interventor anunció una nueva dispensa laboral, para que los empleados no vayan a trabajar hasta fin de mes, con el cierre de los edificios de la exTélam.
Habrá que ver como siguen APESA y RTA Noticias. Pero quedó claro que la situación es imprevisible, ya que el Gobierno dio marcha atrás con su proyecto para la exTélam en poco más de 24 horas, sin demasiadas explicaciones.