La Oficina del Presidente Javier Milei emitió un comunicado cuestionando los hechos acontecidos la semana pasada: “El relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano”
El Gobierno argentino repudió “la falsa denuncia de golpe de Estado” en Bolivia llevada a cabo por la administración de Luis Arce.
A través de un comunicado difundido este domingo a última hora, la Casa Rosada se alineó al exmandatario Evo Morales, quien manifestó que el alzamiento militar del destituido jefe militar Juan José Zuñiga contra el gobierno boliviano fue un “autogolpe”.
“La Oficina del Presidente repudia la falsa denuncia de golpe de Estado realizada por el gobierno de Bolivia el día miércoles 26 de junio, y confirmada como fraudulenta en el día de la fecha”, señaló el área de comunicación de Javier Milei.
“Gracias a los reportes de inteligencia, el Gobierno Nacional mantuvo la calma y la serenidad frente a los hechos denunciados”, señaló el Poder Ejecutivo que se ha mantenido cauto durante el transcurso de los hechos. “El relato difundido era poco creíble y los argumentos no encajaban con el contexto socio-político del país latinoamericano. El partido político gobernante controla el Poder Legislativo, el Poder Judicial, el Poder Ejecutivo y las Fuerzas Armadas”, se agregó.
El gobierno argentino enfatizó que desde hace tiempo “la democracia boliviana está en peligro”. “No por un golpe militar, sino porque históricamente los gobiernos socialistas derivan en dictaduras. Sobran ejemplos: Cuba, Venezuela, Nicaragua, Corea del Norte”, se planteó buscando fundamentar desde una mirada ideológica.
“En este momento, Bolivia tiene más de 200 presos políticos, incluida la ex Presidenta interina Jeanine Áñez Chávez y el Gobernador de Santa Cruz Luis Fernando Camacho Vaca”, se alertó.
“La República Argentina espera que prevalezca la democracia que hace años está siendo atacada en el Estado Plurinacional de Bolivia, e insta a las fuerzas políticas de ese país a garantizar el Estado de Derecho en su territorio”, concluyó el Gobierno de Milei.
El miércoles, el jefe militar Zuñiga llegó con tanques y hombres armados a la sede del Ejecutivo de Bolivia en la ciudad de La Paz, ahí dijo que quería “cambiar el gabinete de Gobierno” y “restablecer” la democracia, después de algunas horas de tensión se replegó para ser capturado posteriormente.
El sábado, un juez lo mandó a prisión preventiva por seis meses por el “intento de golpe de Estado”.
El Gobierno de Arce asegura haber sofocado en menos de cuatro horas y con éxito un intento de golpe militar. Mientras que el relato de los seguidores de Evo Morales y de sectores opositores definió lo ocurrido como “un autogolpe”, “un show político”, “una aventura”, “una parodia”, “una pantomima” o “un montaje” de Luis Arce Catacora, acordado con el general Zúñiga y sus adeptos, para victimizar al Presidente y levantar su popularidad, en un momento crítico por las protestas de diversos sectores sociales debido a la falta de dólares en la economía y las filas en surtidores para conseguir combustibles.
Este domingo Morales denunció que Arce “engañó al pueblo boliviano y al mundo entero con este golpe o autogolpe”.
“Aquí hay varios detalles, inicialmente hasta el miércoles en la noche, incluso en la mañana del jueves, yo pensaba que era golpe (de Estado), pero ahora estoy confundido, parece un autogolpe”, afirmo el líder del Movimiento al Socialismo (MAS).
Morales recalcó que Luis Arce “mintió y engañó con este autogolpe”, y aseguró que el ahora encarcelado Zúñiga “saldrá en libertad en seis meses”. En efecto, sospecha que la movilización militar “fue planificada” por el presidente, para hacerse de prestigio y luego “victimizarse con lágrimas de cocodrilo”.
Por su parte, Arce dijo que nunca tuvo relación cercana con Zuñiga, que “alguien le habló al oído” al ex jefe militar para hacerle creer que “podía ser presidente”, remarcó que las diferencias que mantiene con Evo Morales son claras, y que el ex presidente y sus seguidores quieren adueñarse del partido MAS para sus intereses políticos y personales.