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Santa Teresita

El Gobierno se enreda para sacar pesos cuando la clave está en los dólares

Anunció por X medidas para reducir la brecha cambiaria que había tocado 56%.

Su prioridad es bajar la inflación y que sea compatible con el 2% de aumento mensual del dólar oficial.

Pero aún faltan incentivos para que aparezcan más dólares de la cosecha.

 ¿Cuál es la apuesta?

Según el diccionario, el concepto de enredo es “maraña que resulta de trabarse entre sí desordenadamente los hilos y otras cosas flexibles”.

La utilización del concepto viene a cuenta de que el sábado 13 de julio al mediodía el ministro de Economía anunciaba en X(ex twitter) un cambio importante en materia monetaria destinado a evitar que crezca la cantidad de pesos de la economía.

Dijo Luis Caputo: “En la medida que el Banco Central inyecte pesos por compra de dólares en el Mulc (mercado oficial de cambios), efectivamente venderá dólares en el CCL(contado con liquidación) para esterilizar esos pesos”.

Según el ministro, “el peso será la moneda demandada, ya que los impuestos se seguirán pagando en pesos y la cantidad de pesos se reducirá mes a mes por el equivalente al superávit primario“.

El anuncio es impactante: por cada peso que emita para comprar dólares al precio oficial habrá una oferta de dólares al precio del CCL para sacar pesos del mercado y, a la vez, lograr que el Banco Central tenga una ganancia cambiaria.

Por si eso fuera poco, suponiendo que algún operador se asustara por la menor cantidad de pesos circulando y por la postergación de la política del Banco Central de acumular reservas, el domingo a pocos minutos de comenzar la final de la Copa América, apareció un mensaje sorpresivo del Secretario de Finanzas.

Categórico, Pablo Quirno, publicó: “El Tesoro anuncia la compra y el giro de los dólares para hacer frente a los intereses de Globales y Bonares en enero de 2025”.

Amplió: “Los US$ 1.528 millones correspondientes serán depositados en el fiduciario, Bank of New York, quedando disponibles únicamente para ser utilizados con el fin mencionado”.

Resumiendo, el gobierno anunció que secará la plaza de pesos, que intervendrá en el dólar libre de contado con liquidación y que inmovilizará parte de las reservas (las netas están en negativo) para cumplir dentro de siete meses con el pago de intereses de los bonos dolarizados.

El nuevo esquema, destinado principalmente a reducir la brecha cambiaria que había tocado 56% después de haber llegado a bajar hasta el 20%, mantiene la prioridad oficial en bajar la inflación buscando hacerla compatible con el 2% de aumento mensual del dólar oficial.

A la vez que el vocero presidencial, Manuel Adorni; asegura que al gobierno no le importa ni el precio del dólar ni el nivel del riesgo país; el mercado toma nota de la notable reducción de la compra de dólares por parte del Central.

El último informe de la Fundación Capital sostiene que: “desde mayo de 2024 el estancamiento en el proceso de acumulación de reservas fue total con un junio mal, liquidaciones bajas y ventas netas del BCRA por U$S 47 millones, cuando en otros junios las compras promedio en el período 2014-2021 fueron por US$ 242 millones.

El ministro anunció que en junio el Tesoro volvió a registrar superávit financiero por sexto mes consecutivo y ratifica la idea de que los pesos serán escasos.

En un escenario con menos pesos y sin entrada de dólares comenzó a perfilarse la apuesta oficial a lo que se conoce como “dolarización endógena” que sostiene un informe de la consultora Empiria (Hernan Lacunza y Nicolás Gadano).

Sostienen que la jugada de Caputo aparece a mediano plazo “consistente con la teoría de la “dolarización endógena”, aunque inconsistente con el esquema de competencia de monedas previsto por el FMI en su informe de revisión de junio”.

¿Será así que el Gobierno aspira a que haya la menor cantidad de pesos para que la gente, en caso de necesitar liquidez, saque sus dólares del colchón?

Ese esquema se presenta endeble teniendo en cuenta que con el traspaso al Tesoro de los pasivos del Banco Central, se abre una línea de liquidez permanente para asistir a los bancos en caso de necesidad o de salida de depósitos del sistema.

Un punto que sigue en el aire es cual será el incentivo para que los productores y exportadores agropecuarios liquiden los dólares que faltan de la cosecha gruesa, y que siguen a la espera de una definición cambiaria.

Si se mantiene el ritmo de aumento del 2% del dólar oficial y la vigencia del dólar “blend” (exportadores liquidan 80% por el mayorista y 20% por el CCL) un aumento de la tasa de interés llevándola al campo positivo en términos reales se presenta como un incentivo posible.

En ese plano, también, se ubican las reservas netas del Central que de los US$ 11.500 millones bajo la línea llegaron a arañar la “positividad” pero ahora volvieron a ser negativas en US$3.300 millones.

Con esa fotografía, después del cambio de política del Central en el sendero de la búsqueda de reservas y el modelo incierto de intervenciones cambiarias, habrá que esperar para ver si el esquema se asienta y en que nivel quedan los tipos de cambio y los precios de los activos argentinos.

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