Mariano Cúneo Libarona da detalles de un proyecto que, asegura, seguirá “personalmente”.
Todavía no tiene el nombre.
Quiere que una mujer esté a cargo.
“El área de género tendrá prioridad absoluta. Tenemos que cambiar la cultura y hacer justicia, no política”, dice Mariano Cúneo Libarona, ministro de Justicia de la Nación. A su cargo quedó uno de los temas más complejos y discutidos: la desigualdad y la violencia de género.
Las estadísticas de la Oficina de la Mujer de la Corte Suprema de Justicia muestran que en 2023 hubo 250 femicidios, casi 2500 en la última década. En 2014 la tasa de femicidios fue de 1,03 víctimas directas cada 100.000 mujeres y en 2023 se pasó a una de 1,05. Los niveles más bajos fueron en 2021 (0,99) y 2022 (0,96).
Una de las primeras acciones del actual gobierno fue cerrar el Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad -creado en 2019-, que pasó a ser Subsecretaría, con una funcionaria que duró dos meses hasta que también se disolvió. La mayoría de las personas que trabajaban en la temática fueron despedidas, algunas en diciembre, otras en marzo, y el resto este fin de semana.
“Vamos por todo”
-Hay enojo de muchas mujeres por el desmantelamiento del Ministerio y de toda el área de género…
-Porque no conocen el proyecto que tengo. Vamos a difundirlo, para que la gente entienda que vamos por todo, con un sistema bien eficaz.
-¿En qué consiste el proyecto?
-Primero te cuento con lo que me encontré. Había como mil empleados, de los cuales solo trabajaban en forma personal 70 y el resto por zoom o desde sus casas, y no se sabe muy bien qué funciones tenían. Había muchos contratados y poca planta permanente, no había una política clara. En Caba, por ejemplo, hay 31 organismos que se ocupan de tareas de género, pero se le da muy poca bola en el interior. Tampoco vi un plan preventivo y nada de difusión.
-La Línea 144 es muy importante, atienden llamados urgentes de violencia.
-En el nuevo esquema voy a crear un centro en la ex Esma, donde van a trabajar entre 70 y 100 personas, que van a estar full time y exclusivamente para género. Muchas de estas personas van a estar dedicadas a atender la línea 144, que va a continuar. Y en cada provincia vamos a abrir oficinas con Internet y computadoras que van a trabajar sobre discriminación, género, grooming y acceso a justicia. En cada lugar va a haber dos abogados, un psicólogo y un administrativo. Y vía Colegio de Abogados están las redes de abogados pro bono que darán asistencia jurídica en cada provincia.
-Pero eso significa una sola persona que da asistencia psicológica por provincia…
-Es que eso es lo que ofreceremos nosotros desde el Ministerio, pero hay distintos organismos, los de Defensa, los de Fiscalía, los de cada provincia, que también hacen tareas de género. Esto es parte del proyecto federal. Y hay que ver la realidad de cada provincia, no son todas iguales, hay provincias con menor demanda que otras. No es igual Mendoza, Córdoba y Tucumán que el Sur. Lo que pensamos es que por ejemplo, si hay una situación de violencia con una mujer en una plaza va el abogado y la acompaña a hacer la denuncia y luego en la querella, hará el seguimiento de la causa, y tendrá acompañamiento psicológico. Son 24 lugares en las provincias. Ya hay, pero algunos venían funcionando bien y otros no tanto. Y con muy poca difusión. Mucha gente no sabia que existían había. Quiero mejorar todo lo que ya hay, que estén en lugares céntricos. Mi política criminal es la victima y el dolor. Se concentrarán en la violencia, la discriminación, el grooming, vamos a aglutinar todo en centros eficaces y apolíticos, que se dediquen a la tutela de la víctima.
-¿Va a seguir la asistencia económica?
-Habrá ayuda económica en casos excepcionales. Si a una mujer le quemaron la casa y no tiene donde vivir nosotros nos hacemos cargo, o si una mujer es agredida en su casa con sus hijitos también nos hacemos cargo de llevarla a otro lado. Habrá asistencia material ante casos bien fundados. Es decir, vamos a cubrir lo legal, lo psicológico y dar asistencia material.
-¿Va a continuar el Programa Acompañar? (Se trata de (una ayuda económica para mujeres que sufren violencia de género), entre 2020 y 2023, 320 mil personas accedieron al programa)
-En casos necesarios, fundados y probados sin duda. Vamos a ver cada caso.
-¿Y cuál es la idea para la prevención de la violencia de género?
-La prevención es con educación, tiene que haber charlas en los colegios. Ya hablé para que se ponga en programas en los colegios y que sea materia especial de estudio en universidades, no hay conciencia social. Tenemos que formar conciencia colectiva a partir de política de Estado. Y tiene que haber formación, no tiene que haber más discriminación laboral, odio que les den prioridad a los hombres en los cargos y los sueldos. Hay que terminar de una vez con la desigualdad de género laboral y salarial. Odio la diferencia de trato económico, es inaceptable. La difusión también es muy importante, estoy tratando de conseguir hacer propaganda en lugares estratégicos.
-¿Va a tener un nombre el área?
-Todavía no encontramos el nombre apropiado, estamos viendo varios. Va a depender de la Secretaría de Derechos Humanos y yo me voy a involucrar personalmente porque para mí es un desafío importante. Quiero que haya un cambio legislativo en el Código Penal en cuanto a las sanciones, que haya agravantes en los delitos de odio, como con los transexuales, hay que respetar el plan de vida de cada persona.
-Hubo muchas personas de estas áreas que han sido despedidas.
-En la ex Esma van a trabajar entre 70 y 100 personas, que ya van a ir instalándose, personas que trabajaban en las áreas de género, del Inadi, de Derechos Humanos y de los Centros de Acceso a la Justicia. Hay muchos que son buenos y van a seguir. Y estoy preguntando a las facultadas por los mejores promedios y los voy a ir llamando. Vamos a centralizar la función social con abogados preparados, con cursos de capacitación específicos con especialistas. La justicia de la Ciudad de Buenos Aires está muy avanzada, la Defensoría también, hay mucha gente preparada en la materia. Y ya estamos haciendo cursos de derechos humanos.
-¿Tiene presupuesto?
-Tengo un préstamo de 24 millones de dólares de un banco del exterior. Vos hacés y te pagan a medida que hacés. Para el gran inmueble que será la sede central en la ex Esma tengo la plata. Se puede, lo puedo lograr. Será en el Edificio 24, donde no se puede tocar la fachada, pero adentro la capacidad da para hacer una oficina para 400 personas. Y el 28, del INAI (Instituto Nacional de Asuntos Indígenas), que se va a trasladar al Ministerio del Interior, ahí pueden entrar otras 170 personas.
“Función prioritaria del Estado”
-¿Ya tiene pensado quién estará a cargo?
-Hay un grupo de task force para el tema edilicio, y otro grupo de formación. Tengo candidatos.
-¿No va a ser una mujer?
-Sí, tengo que convencerla, mi candidata es mujer, es una persona líder que sabe todo.
-¿No puede adelantar el nombre?
-No aún. Mi problema es que no son sueldos altos. Pero hay personas muy valiosas de la academia, la Defensoría, la Corte.
-La creación del Ministerio de Mujeres Géneros y Diversidad fue tomada como una conquista por la jerarquización que se le dio al tema y por el presupuesto que se le asignó.
-Y va a seguir igual, tengo este préstamo que me va a ayudar a hacer todo, es más limitado, pero es glorioso, al Banco le encantó mi proyecto. Acá necesitamos hechos.
-¿Tiene apoyo del Poder Ejecutivo?
-¿El tema género tendrá finalmente lugar en el Gobierno?
-Tendrá prioridad absoluta. La política de género, grooming y discriminación tiene que ser eficaz, ordenada y con política preventiva y sancionatoria, con seguimiento psicológico y judicial. Pero no política, se desnaturalizó la función. Las personas que están y funcionan seguirán, y también vamos a incorporar gente joven de la facultad que tenga ganas de trabajar. La víctima es la prioridad, y hay que educar y prevenir. En esto los medios de comunicación son importantes. Esto hay que lograrlo. Quiero que sea un lujo.