Los analistas señalan que el clima internacional se volvió más hostil para el peso, en el marco de una apreciación sostenida que presiona sobre las reservas del Banco Central. En el Gobierno destacan que el impacto shock será aminorado por el “orden macro” y la continuidad en los controles de capital
El shock externo que representa para la Argentina el derrumbe de los mercados globales en medio del pánico financiero es también un viento de frente para la hoja de ruta con la que el ministro de Economía, Luis Caputo, busca avanzar con el desarme del cepo al dólar, el aumento de las reservas, la baja de la inflación y el anclaje de las expectativas de pago sobre los vencimientos de la deuda.
La visión del Gobierno es que el efecto negativo será menor al de otros eventos similares debido al “orden macroeconómico” y consideran un acierto no haber levantado las restricciones cambiarias “de forma apresurada”. La prioridad, afirman en despachos oficiales, está puesta en la desaceleración de los precios minoristas y la recuperación de la economía.
La consultora Outlier advirtió que con el actual escenario internacional mantener un crawling peg del 2% mensual se volverá más costoso, aún con la sensible desaceleración de la inflación con la que el Gobierno espera alcanzar primero el 1% mensual y luego el cero, momento en el que liberaría el mercado de cambios.
“El debilitamiento del real obliga a que la devaluación requerida para salir del cepo sea mayor”, sostuvo el broker local Portfolio Personal Inversiones (PPI).
Al respecto, el head of research de Romano Group, Salvador Vitelli, afirmó: “Esta dinámica, sin duda, presiona aún más sobre el talón de Aquiles del Gobierno que es el esquema cambiario. Hoy el dólar MEP y el contacto con liqui están subiendo, un movimiento lógico y eso te marca también la debilidad de la moneda local, que no la vas a ver reflejada en el mercado oficial, pero sí, implícitamente, te genera apreciación”.
Sobre ese escenario, PPI señaló el fuerte deterioro en los términos de intercambio de la Argentina con el precio internacional de la soja en mínimos reales en 18 años. El impacto en el principal complejo exportador representa un potencial menor ingreso de divisas para el Banco Central y menor oferta en los tipos de cambio financieros, por el esquema de dólar exportador blend.
La consultora Econviews consideró que como el país no tiene acceso al crédito y la única forma en la que ingresan divisas es a través del comercio exterior, la percepción de un dólar “barato” puede poner en riesgo la acumulación de reservas netas, que son negativas en unos USD 4.000 millones, en un período en el que además la estacionalidad no ayuda. Con la suba de la brecha el llamado dólar tarjeta no queda tan caro y solo en junio salieron USD 700 millones por la cuenta turismo, el doble que en el bimestre anterior.
“Recordemos que las reservas siguen en negativo y por más que se asegure que los dólares para pagar los intereses y amortizaciones del 2025 están (y nuestro escenario base es que sí están), el mercado no comprará la idea de sostenibilidad ni estabilidad hasta que vea a un Banco Central más fuerte en términos de reservas”, advirtieron.
Es en ese contexto en el que los bonos soberanos cayeron hasta casi 4% y el Riesgo País de la Argentina se disparó este lunes a los 1.712 puntos básicos, un salto de 6%, en medio del derrumbe de activos globales. Mientras tanto, Caputo busca dar señales de que se cumplirá “como sea” con los abultados pagos de deuda desde 2025.
Un operador de la city porteña que prefirió mantener su identidad en reserva hizo foco en que la caída de los bonos complica la negociación con bancos para conseguir un Repo, apalancado en bonos del Tesoro, que garantice los pagos de capital de enero, julio y enero 2026 por unos USD 6.800 millones. “Si la paridad es más baja, hay que poner más papeles en garantía para conseguir los mismos fondos”, explicó.
Para Sebastian Maril, de Latam Advisors, la baja del Riesgo País en el corto plazo se volvió algo poco probable a menos que el Gobierno consiga un shock favorable que compense el efecto internacional que comenzó con este lunes negro. “El mercado hoy mismo está esperando dos anuncios económicos, y solamente dos, la salida del cepo y el acuerdo con el FMI. En la ausencia de esos acuerdos, poco va a haber para bajar riesgo país, no por culpa del gobierno, sino por culpa de los mercados internacionales. Los mercados emergentes como Argentina son los primeros en perjudicarse con esta crisis”, sostuvo Maril.
En el equipo económico explicaron la caída como una mezcla de factores externos (suba de tasa en Japón, datos de Estados Unidos que hacen pensar en una recesión cercana, tensión en Medio Oriente) y lo analizaron como una corrección más que un cambio de fundamentos de la economía global.
Para el frente local, aseguran que el pánico que comenzó este lunes con el desplome del Nikkei no debería tener mayor impacto en los activos locales por las características del programa económico y por la persistencia de los controles cambiarios, que hacen que los flujos de capitales sean menos volátiles a este tipo de eventos globales. “A nosotros nos afecta, pero mucho menos que usualmente, dado el orden macroeconómico y que no tomamos medidas apresuradas como haber salido del cepo”, mencionaron desde un despacho oficial.
“Este mismo escenario con el sobrante de pesos que había y sin cepo hubiera sido una calamidad. Por supuesto que sube el riesgo país, pero como ya explicamos el otro día, hoy no es ese el tema importante, ya que el gobierno no necesita financiamiento y las empresas privadas lo están consiguiendo a tasas muy favorables”, explicaron desde el equipo económico.
En cuanto a la suba del Riesgo País, señalaron: “Hoy no es ese el tema importante, ya que el gobierno no necesita financiamiento y las empresas privadas lo están consiguiendo a tasas muy favorables”.
“Lo importante es seguir bajando la inflación y que se recupere la economía. Eso no debería verse afectado”, concluyeron en el Gobierno