Fue acusada de “manipulación de testigos” en el caso de la financiación de la campaña electoral de su esposo.
Habría pagado una abultada suma a un traficante de armas para que cambiara su declaración.
La ex primera dama francesa y famosa modelo Carla Bruni fue acusada de “manipulación de testigos” en el caso de campaña del ex presidente Nicolás Sarkozy, su marido. Está acusada de participar “en un complot” para pagar a alguien para que se retractara de las acusaciones contra su esposo.
Carla Bruni-Sarkozy, esposa del ex presidente conservador, Nicolas Sarkozy, ha sido acusada de sospecha de “participación en manipulación de testigos”, en un caso de corrupción que involucra a su marido. Han cumplido 16 años de casados y ella se recupera de un cáncer de mama.
La supermodelo convertida en cantante fue puesta bajo investigación formal (el equivalente a acusar a un sospechoso ) en relación con acusaciones de que participó en un complot para pagar a un testigo clave para que se retractara de las acusaciones contra Sarkozy.
El financiamiento de Khadafi en la campaña
El caso sigue a las afirmaciones de Ziad Takieddine, de 74 años, un traficante de armas franco-libanés y tío de Amal Clooney, la abogada británica casada con George Clooney.
Takieddine alega que Sarkozy aceptó 5 millones de euros del coronel Khadafi, el dictador libio asesinado por las milicias en la guerra civil, para financiar su campaña presidencial de 2007.
Takieddine afirmó que actuó como intermediario entre Khadafi y Sarkozy.
Sarkozy, de 69 años, que ya ha sido condenado por corrupción en dos casos distintos, ha sido acusado en relación con los supuestos fondos libios, que niega haber recibido.
En 2020, Takieddine concedió una entrevista a la revista Paris Match en la que se retractó de sus acusaciones. Dijo que Sarkozy no había recibido “ni un centavo” de Khadafi. Dos meses después volvió a su declaración original.
Los fiscales franceses creen que le prometieron millones de euros por la entrevista a cambio de limpiar el nombre de Sarkozy. Al menos diez personas son sospechosas de conspirar para pervertir al tribunal de justicia a raíz de la entrevista.
Entre ellas una periodista de Paris Match y la famosa “fixer” de famosos, Michèle “Mimi” Marchand, de 77 años, propietaria de una agencia de fotografía, apodada la “reina de los paparazzi” y muy amiga de Carla.
Marchand se encuentra entre las diez personas acusadas en relación con el caso. Todos niegan haber actuado mal.
Sarkozy fue acusado el año pasado de manipulación de testigos y de participar en “una banda criminal con miras a cometer un fraude judicial”. Niega tener conocimiento de un pago a Takieddine. Les dijo a los detectives que el complot fue ideado por “aficionados de rango” con la esperanza de ganarse su favor.
Bruni-Sarkozy también negó cualquier implicación en el complot. Según una transcripción de su interrogatorio, filtrada a los medios franceses, dijo que había sido “estúpidamente ingenua”. Dijo que Marchand había “usado el nombre de Sarkozy para ganar peso” y describió a la dueña de la agencia fotográfica como “inteligente, pero no siempre veraz” y “muy manipuladora”.
Marchand ha negado cualquier implicación en el complot