En La Plata dicen que el RIGI tendrá vigencia en suelo bonaerense cuando se reglamente la ley.
Hasta ahora, Kicillof rechazaba ese régimen.
Nueva interpretación jurídica, reposicionamiento político o pirueta discursiva: el gobierno bonaerense ahora sostiene que el Régimen de Incentivo a las Inversiones (RIGI) tendrá vigencia en Buenos Aires cuando Javier Milei lo reglamente. Sostiene que no sería necesario una ratificación de la Legislatura y que la propuesta de Axel Kicillof de un “RIGI bonaerense” actuaría como “complemento” de la norma que se aprobó en el Congreso como parte de la Ley de Bases.
La nueva postura de las autoridades bonaerenses se conoce mientras entra en etapa de definiciones la decisión de las petroleras YPF y Petronas, para resolver en qué locación instalarán la nueva planta de licuefacción de gas extraído de Vaca Muerta.
La construcción de ese complejo energético promete una inversión de 30 mil millones de dólares en una primera etapa; 20 mil millones más hacia 2031 y la creación de casi 14 mil puestos de trabajo directos e indirectos.
“Es un desastre. Pone a las industrias en una situación de discriminación”, definió el gobernador. Y hace 20 días anunció que enviaría a la Legislatura su propio programa de estímulo a la radicación empresaria.
Pero ahora, en la Gobernación entonan nuevas estrofas. El encargado de exponer esta postura fue Carlos Bianco, ministro de Gobierno provincial.
“En el momento en que el Presidente promulgue el RIGI en el Boletín Oficial, va a estar vigente en todas las provincias. Por eso el gobernador va a presentar un régimen que regule los beneficios provinciales, o sea que será complementario al nacional“, fue la explicación que exhibió Bianco.
Es una salida argumental que encontró Kicillof para tener RIGI sin necesidad de “empujar” su votación en la Legislatura. “Que Rio Negro adhiera al RIGI no implica ningún incentivo provincial, es una adhesión de forma”, interpretó Bianco en una entrevista radial.
El gobernador comenzó a recibir presiones dentro y fuera de su espacio. Todas tendientes a evitar que el proyecto de GNL se escape y termine en otra provincia. El intendente de Bahía Blanca, Federico Susbielles (UxP, ligado a La Cámpora) le dijo a Clarín que “tiene lógica” que las empresas quieran instalarse donde funcione el RIGI. En su distrito, el alcalde promovió la adhesión a través del Concejo Deliberante.
La oposición también le reclama una postura contundente a Kicillof. Parte de la oposición estaría dispuesta a acompañar el régimen provincial. De hecho, los senadores Marcelo Daletto (UCR-Cambio Federal) y el libertario Carlos Kikuchi, presentaron un proyecto de impulso a inversiones. Admiten que están dispuestos a discutir una iniciativa con el oficialismo.
Otros bloques, como el PRO, reclaman que el gobernador “entre en razón” y adhiera al RIGI.
Hay versiones, incluso, de que perdido dentro del texto que envíe Kicillof a la Legislatura podría haber un artículo que establezca la adhesión provincial al RIGI nacional.
La iniciativa podría ingresar por el Senado, donde el oficialismo maneja números más cómodos. En Diputados, con la ayuda de los 9 legisladores aliados del bloque Unión Renovación y Fe, Unión por la Patria también podría avanzar con la ley de Kicillof pero con un trámite más engorroso: al no alcanzar los dos tercios para un tratamiento sobre tablas, deberá girar la norma a comisiones.
Si lo girasen a dos comisiones, como Asuntos Constitucionales y Presupuesto, en ambas UxP tiene quórum propio y podría avanzar con el dictamen. Luego, en el recinto los 37 legisladores de UxP más los 9 de ese bloque aliado sumarían 46, la mitad exacta de la Cámara. En caso de empate, desempata el presidente de la Cámara, el peronista Alejandro Dichiara.
Plantazo opositor
Mientras. Kicillof impulsa una visita de senadores y diputados provinciales este miércoles a Bahía Blanca.
Pero la mayoría de los bloques opositores adelantaron que no acompañaran la iniciativa oficialista. “Kicillof perdió tiempo por su pelea política con el Gobierno nacional y su capricho lo único que logra es espantar inversiones”, dijo el presidente del PRO de Diputados, Agustín Forchieri.
Los radicales, la Coalición Cívica y los libertarios tampoco se sumarían a la delegación legislativa que debería respaldar a la ciudad del sur bonaerense en su disputa por tener la planta de licuefacción gasífera. Sí podrían sumarse a la movida los legisladores del bloque Unión Renovación y Fe, formada tras un desgajamiento de la bancada de La Libertad Avanza y que se vincula en la Legislatura con el massismo.
“Kicillof está con la cola entre las patas y nos quiere llevar a Bahía Blanca a que paguemos el costo político con él”, plantearon en un bloque opositor. “Quiere socializar su derrota”, agregaron en una bancada que tampoco irá a Bahía Blanca.
Consultado sobre quiénes irían a la actividad en Bahía Blanca, cerca del ministro de Gobierno Carlos Bianco simplemente contestaron: “Van varios legisladores del oficialismo y la oposición, no tenemos el listado”.
Según dijeron a Clarín en la presidencia de Diputados, la invitación es para recorrer este miércoles la zona donde se instalaría la planta, realizar encuentros con empresarios, académicos y expertos y luego pedir una reunión con el CEO de YPF, Horacio Marín.
Mientras la política se complica en discusiones, los plazos para la definición se acotan. En YPF confirmaron a Clarín que en los últimos días convocaron a la consultora internacional para que audite el proceso de elección. Las petroleras dejaron en manos de la firma Arthur D. Little, la primera firma dedicada a “consultoría de gestión” del mundo, con oficinas en Boston. El objetivo: pintar de “transparencia” el proceso que derivará en la designación de la ciudad elegida para instalar el complejo energético.
Es que las empresas pretenden curarse en salud. Kicillof ya planteó que la llegada de Milei al gobierno embarulló el proyecto de GNL, donde Bahía Blanca (y la Provincia) venía trabajando desde hace años. Bianco dijo algo similar: “(el Gobierno de Milei) trata de usar esta situación para sacar un rédito político. La instalación será donde lo quieren hacer políticamente. No sé si la empresa Petronas, que es seria, se va a prestar a este juego”.
La intervención de Arthur D. Little debería despejar esas incertidumbres. Las cartas están sobre el paño: YPF-Petronas tienen los informes técnicos y las respuestas que dieron los gobiernos de Buenos Aires y Rio Negro a sus requerimientos.
En menos de un mes, se conocería la decisión aseguraron en la petrolera estatal. Los puertos de Bahía Blanca y Punta Colorada pueden recibir un impacto económico inédito. El más importante de la historia, tal vez equivalente a lo que ocurrió con Vaca Muerta en Neuquén, admiten los expertos. Nadie se quiere perder esta oportunidad.
Torres y Figueroa meten presión y quieren la planta en Río Negro
En medio de la puja entre Río Negro y Buenos Aires por la instalación de la planta de GNL, dos gobernadores patagónicos, el chubutense Ignacio Torres y el neuquino Rolando Figueroa, salieron a avalar públicamente que la multimillonaria inversión se realice en la Patagonia y no en suelo bonaerense.
“Río Negro cuenta con ventajas competitivas indudables”, sostuvo Torres. Y agregó: “a eso se suma una receptividad a las inversiones que justifican sobradamente a esa plaza como destino final para el desarrollo del proyecto de YPF-Petronas, y muchos otros por venir”.
“Desde hace más de 100 años que Chubut y la Patagonia son el corazón energético que alimenta a todo un país”, expresó el mandatario chubutense que, además, remarcó que “llegó la hora de que el desarrollo industrial se haga en la Patagonia, para garantizar el agregado de valor en la producción local”.
Por su parte. el neuquino Figueroa sostuvo: “Celebramos que una provincia hermana de la Patagonia sea considerada para esta gran inversión, porque va a permitir también redistribuir oportunidades hacia el interior del país”.
“Queremos el puerto para exportar GNL con cero emisiones de carbono en la Patagonia. Lo queremos en Río Negro, porque para nosotros es muy importante otorgarle oportunidades a la provincia de Río Negro”, dijo el mandatario de Neuquén.
Según Figueroa, “la ubicación en Río Negro ofrece ventajas técnicas, así como la licencia ambiental y social que la posicionan como la mejor opción para la construcción de un puerto específico que nos permita exportar nuestro gas al mundo”.
Cerca de uno de esos tres gobernadores indicaron que la opción del puerto en la rionegrina Punta Colorada sería la opción más lógica porque concentraría la actividad hidrocarburífera. “No puede estar todo concentrado en un solo puerto. ¿Qué pasaría en caso de un conflicto gremial en Bahía Blanca, por ejemplo”, dijeron en una provincia.