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Milei y un poder exacerbado, que es más frágil de lo que parece

El gobierno ganó aire gracias al caso Fernández, pero su propio plan lo puede asfixiar. Semana clave para el nexo Comodoro Py-SIDE. Rocca no la ve y se lleva la inversión a México.

El caso Fernández funciona como una bomba de fragmentación que tiene impacto en la política, el establishment y la sociedad. El gobierno de Javier Milei aprovecha la onda expansiva de las submuniciones que siguen cayendo sobre el peronismo. Es una ventana de tiempo que la ultraderecha toma como nueva oportunidad para avanzar con un plan más basado en la destrucción que en la puesta en práctica de un proyecto sostenible en el tiempo. El problema de Milei es que su diseño económico ataca a sus propios votantes y no convence a los factores de poder.

Con el sistema político partido en mil pedazos, falta de liderazgo y una recesión interminable, el gobierno festeja el dato de inflación más bajo de los últimos 30 meses y reedita la campaña del vamos ganando. Pero el horizonte de corto plazo está plagado de incertidumbre, la deuda pública aumentó U$S9500 millones en julio según la Oficina de Presupuesto del Congreso y hay que pagar vencimientos con dólares que no están.

En el poder, la inestabilidad propaga un estado de sospecha general y no se sabe quién es quién. La oposición está dispersa y negocia mano a mano con el gobierno. El caos se traduce en sesiones de 24 horas con infinidad de cuestiones de privilegio que no llevan a ningún lado y sirve para que La Libertad Avanza exhiba sus prioridades. Se vio en el Congreso donde el macrista Alejandro Finocchiaro logró la media sanción para “regular el derecho a huelga” de maestros que cobran entre 400 mil y 600 mil pesos en un país donde la canasta básica para una familia tipo está en 900.648 pesos.

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La derrota del gobierno con el aumento del presupuesto universitario puede anticipar otro golpe para Milei con la movilidad jubilatoria en el Senado o, como deslizan algunos aliados de la Casa Rosada, ser parte de un pacto con el radicalismo. Diplomático con el colaboracionismo y resistido por parte del gobierno, Santiago Caputo puede ser el gran perdedor esta semana en Diputados. El decreto 656 que le otorgó 100 mil millones de pesos a la SIDE es un parteaguas para la dirigencia política y reunió en el rechazo a Nicolas Massott, Maximiliano Ferraro y Leopoldo Moreau. A la oposición no le alcanzó para rechazar el DNU que aumentó en un 3100% los fondos reservados para el espionaje. La revancha será este miércoles desde el mediodía, cuando los bloques opositores busquen derogar por nulidad el DNU que empodera a la nueva vieja SIDE.

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Basado en la información que el gobierno publica en el sitio Presupuesto Abierto, Ferraro reveló que la extrema derecha usó en apenas tres semanas el 80% de los 100 mil millones de pesos. No se sabe en qué. En el colaboracionismo deslizan que la familia Caputo utilizó los fondos en dos misiones distintas aunque complementarias: intervenir en cuevas de la city para bajar el dólar blue y financiar a sectores de la política que sobreactúan diferencias con el gobierno pero se allanan a los deseos de la Casa Rosada bastante más de lo que se sabe. Controlar a los actores que suponen una amenaza para un gobierno más frágil de lo que parece. 

Para el presidente de la Coalición Cívica, convalidar el descontrol en los servicios de inteligencia sería un bumerán para la dirigencia política. “Es ser garante de tu propio verdugo”, afirma. El mensaje apunta a sumar algunas voluntades del PRO y del radicalismo, que siguen actuando a pedir de Milei. Los 135 diputados que el miércoles pasado votaron a favor de incluir el tema en el orden del día preanuncian la derrota de Milei-Caputo, aunque todavía el gobierno puede captar nuevos apoyos.

A la hora de sumar, los operadores de la Casa Rosada delatan que el no hay plata depende del para qué. No solo tienen el apoyo del PRO, que trabaja sobre cada diputado no alineado como si estuviera en el gobierno. También inciden en el radicalismo de Rodrigo De Loredo, pesan entre los gobernadores y penetran en el bloque del peronismo, donde Osvaldo Jaldo y Raúl Jalil ya salieron del closet. El grupo de Martin Lousteau y Emiliano Yacobitti es el menos previsible: tiene un juego propio que les permite sellar pactos con la oposición y con la Casa Rosada al mismo tiempo.   

Milei eligió transitar en los últimos meses un camino similar al del macrismo y reactivar el circuito que conecta la Rosada con los servicios de inteligencia, los tribunales federales y los medios de comunicación. La diferencia es la agresividad con la que se trabaja sobre las redes sociales. Algunos sobrevivientes del Congreso piensan que Milei está mal asesorado y se autodelata con el uso de los fondos reservados. Otros piensan que es parte de la campaña de amedrentamiento en redes con el objetivo de proyectar la imagen de un poder exacerbado.

El cuadro se completa con otras dos decisiones inminentes. La designación del presidente de la Bicameral de Inteligencia y el pliego de Ariel Lijo como juez de la Corte Suprema. La pulseada que enfrenta a Victoria Villlaruel con la Casa Rosada desde hace meses puede terminar en un resultado imprevisto: el acuerdo para que Lousteau se quede con el lugar que Santiago Caputo quería darle al peronista converso Edgardo Kueider y Macri al misionero Martin Goerling.

Lousteau podría lograr el apoyo del kirchnerismo gracias a su relación con el radical Leopoldo Moreau. Si Milei convalida ese acuerdo y le da al radical lo que le negó a Emilio Monzó, sería interpretado como una ampliación de alianzas en medio del sálvese quien pueda opositor. En la Bicameral, hay seis miembros del kirchnerismo, Moreau, Germán Martínez, Oscar Parrilli, Paula Penacca y Eduardo De Pedro y María Florencia López.

La Libertad Avanza intentará dar un paso clave este mismo miércoles cuando Ariel Lijo defienda su pliego ante la Comisión de Acuerdos del Senado de las 34 impugnaciones que recibió, entre ellas las de la CC y un grupo de diputados radicales alineados con Facundo Manes.

Lijo espera tener el apoyo del peronismo y del radicalismo de Lousteau-Yacobitti. El ex ministro de Economía de Cristina y ex embajador en Estados Unidos de Macri dijo que ve cosas buenas y malas en el magistrado que carga con infinidad de denuncias de sectores opuestos. El jueves, habrá una audiencia pública ciudadana en el Congreso convocada por un grupo de entidades como el Cels, el Inecip, Poder Ciudadano y Amnistía Internacional. Lijo suma el rechazo de Villarruel, el senador Gabriel Bornoroni y cristinistas como Juliana Di Tullio y Anabel Fernández Sagasti. También la familia Saguier lo rechaza, pero no está claro el criterio del grupo Clarín, donde incide el asesor legal Gabriel Cavallo, ex cuñado y padrino de Lijo. Su principal promotor es Ricardo Lorenzetti y, por lo tanto, también Infobae de Daniel Hadad.

En una nota enviada al Senado en julio pasado, el CELS, Poder Ciudadano, la Asociación Civil por la Igualdad y la Justicia pidieron que la Comisión de Acuerdos del Senado garantice la participación ciudadana en las audiencias públicas para la designación de los nuevos supremos, pero no lo lograron. Milei selló un pacto con la casta para promover a Lijo.

En el Círculo Rojo, el principal activo que le reconocen a Milei son los rivales que tiene. Los empresarios que asistieron al encuentro en el Hotel Alvear no fueron tantos como otras veces pero se mostraron más alineados que nunca. No solo Eduardo Elsztain, Eduardo Eurnekian y Gustavo Cinsoi, históricos promotores del líder de la ultraderecha argentina. También Natalio Grinmann, el presidente de la Cámara de Comercio que registra en su sector la caída récord en las ventas. Sin embargo, a las ausencias en el acto que organizó Susan Seagal, amiga de todos los gobiernos en los últimos 20 años, se sumaron las dudas que comparten los pesados del establishment.

Si no fuera por la denuncia de Fabiola Yañez contra Fernández por violencia de género, ante Milei se hubiera notado con mayor fuerza el escepticismo de los dueños. “Con esto, tiene seis meses más para tirar. Por algo llegó a presidente. No está ahí de casualidad”, dice uno de los infaltables del Alvear. Pero reconoce que, después de ocho meses de gobierno, el discurso del presidente no sirvió para despejar los interrogantes que rodean a La Libertad Avanza. “Necesitamos que le vaya bien, pero empieza a pelear con los mismos fantasmas que todos”, afirma. 

Las declaraciones de respaldo contrastan con las decisiones de inversión. El que avisa no es traidor, podría excusarse Paolo Rocca. Afectado por la caída de las ventas y el freno en las obras de infraestructura, el CEO de Techint admitió hace dos semanas que fueron demasiado optimistas con sus proyecciones en torno al país de Milei. Fue lo último que se supo de Rocca hasta que hace cinco días Ternium anunció un plan de inversiones de 4 mil millones de dólares en el México de Andrés Manuel López Obrador.

Según informó el director ejecutivo de la empresa, Maximo Vedoya, la siderúrgica invertirá ese monto en los próximos dos años para expandir su presencia en Nuevo León, el estado del norte de México que limita con Texas. Una inyección de capital para el desarrollo de plantas “completamente nuevas” que van a producir laminado en frío, acero crudo y galvanizado para abastecer automotrices, línea blanca, trenes, construcción, motores eléctricos y tuberías.

“Estamos empezando un nuevo plan de inversión en todas nuestras plantas, se lo hemos mostrado al presidente y también lo conoce la virtual presidenta electa (Claudia Sheinbaum)”, anunció Vedoya, un ingeniero industrial argentino que reemplazó en 2017 al histórico Daniel Novegil y es presidente de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero).

Como Milei, Rocca es un histórico enemigo de China, tal como quedó demostrado en los últimos días en el seminario que organizó Techint en Buenos Aires, “China y la reconfiguración del comercio y las inversiones internacionales”. Sin embargo, el dueño de la multinacional con sede en Luxemburgo aplaude los anuncios de Sheinbaum, la socialdemócrata que promete crear 10 nuevos polos de desarrollo con parques industriales.

Milei, que acaba de perderse las inversiones de Rocca, viajará a México en los próximos días para participar de una nueva cumbre de la extrema derecha, la CPAC. Por supuesto, no se reunirá ni con AMLO ni con Sheinbaum.

Rocca privilegia a México en el frente siderúrgico y tiene con Milei la inmejorable oportunidad de recuperar las acciones que están en manos de la Anses desde hace 15 años, cuando se estatizaron las AFJP. Su prioridad en Argentina es Vaca Muerta, donde -como se informó en esta columna hace dos semanas– apunta a quedarse con las áreas de las que se desprende Exxon. En la industria dicen que Tecpetrol está asociada a otra petrolera muy importante, que tuvo un crecimiento vertiginoso en los últimos años, y enfrenta a un bloque de YPF con otro grande del petróleo. La inversión inicial es de 1000 millones de dólares.

Milei proyecta un loop en el que la economía estira su agonía y solo algunos sectores salen (muy) beneficiados. La baja de la inflación es hija de la recesión y de los dólares que el ministro Caputo liquida para contener la brecha cambiaria. Lo mostró el último informe de Eco Go: el extremismo de mercado incendió sus propios dogmas y quemó 12.400 millones de dólares para intervenir en el mercado paralelo, más que Martin Guzman y Sergio Massa juntos. Sólo Macri quemó más reservas en su intento desesperado por sostenerse en el poder. A eso se suma la caída en la cotización de la soja y la tensión con el agronegocio.

La gran apuesta de Milei, que Donald Trump vuelva a ser presidente y obligue al FMI a darle un nuevo préstamo a la Argentina, se complicó en las últimas semanas. Todas las encuestas coinciden en que Kamala Harris supera a Trump. Todavía es temprano. La reemplazante de Biden debe superar la convención demócrata este martes, enfrentar la prueba de las entrevistas que viene demorando y, sobre todo, explicar en qué se va a diferenciar de lo que hizo como escolta deslucida de Biden. Sin embargo, las perspectivas la favorecen. 

Un estudio que difundió hace cuatro días Doug Sosnik, uno de los principales asesores de Bill Clinton. Sosnik sostiene que en los últimos 30 días la campaña cambió de una manera que era inimaginable. Según dice, la brecha de género este año puede ser más grande que nunca y la candidatura de una mujer negra puede elevar la participación como sucedió en 2022, cuando los demócratas sorprendieron en rechazo al fallo de la Corte Suprema que anuló el derecho al aborto. En un contienda cerrada, Harris podría aprovechar otras dos ventajas: quedarse con los votos de los republicanos anti-Trump que apostaron por Nikki Haley en las primarias y conseguir una diferencia importante en el electorado independiente donde hoy le lleva 8 puntos al candidato favorito de Milei.

Fuente: el destape

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