Las federaciones europeas empiezan a expresarse contra la nueva competición.
Dicen que lo hacen para cuidar la integridad de los jugadores y que “mata al fútbol”.
Desde Suiza hablan de hipocresía y aseguran que se realizará sí o sí en junio del año próximo.
Mientras en Sudamérica se lo considera como una oportunidad deportiva y económica sin precedentes, el Mundial de Clubes 2025 que se realizará en Estados Unidos con 32 equipos, no parece causar las mismas sensaciones del otro lado del Atlántico y enciende las alarmas en la FIFA. Es que, según afirman medios europeos, se habla de una supuesta unión entre la Premier League y LaLiga de España para lanzar un “boicot” contra la nueva competición, acusándola de “matar el fútbol”.
El torneo tiene programado llevarse a cabo entre el 15 de junio y el 13 de julio, semanas que hasta el momento correspondían a las vacaciones de los equipos previo al inicio de cada temporada. En el caso de llegar a la final, serían siete los partidos a disputar (tres de fase de grupos y cuatro fases de eliminación directa), una exigencia que se agregaría al calendario, dato que no cayó nada bien en el Viejo Continente.
Por eso, a pesar de que ya se conocen a 28 de los 32 equipos clasificados, Gianni Infantino puede encontrarse con un inesperado obstáculo para llevar adelante el proyecto que diseñó por una década y que tiene la idea de celebrarse cada cuatro años. River ya está adentro, y Boca debe esperar la caída de otros equipos para acceder a través del ranking.
“El fútbol está matando a su propio producto. La gente se está dando cuenta de que la cantidad de partidos que se incluyen en el calendario simplemente no encaja. Quienes dirigen el juego necesitan escuchar. Si no lo hacen, entonces como sindicatos tenemos la responsabilidad ante los jugadores de tomar medidas, y la vía legal es el siguiente paso”, advierte Maheta Malongo, sin pelos en la lengua, en diálogo con el medio británico SunSport.
La posibilidad de sumar una alta cantidad de lesionados ante la falta de descanso es el factor que buscan evitar desde las Federaciones europeas. Su postura parece ser irreversible. Todavía no descartaran solicitar la cancelación directa del Mundial de Clubes, aunque por el momento su premisa busca conseguir que la FIFA acceda a un cambio de fechas o de formato. No hay dinero que aparente cambiar su postura, sin importar los 40 millones de dólares que recibirían todos los clubes por el mero hecho de clasificar y los 100 millones que se le otorgan el campeón.
“Las cargas de trabajo actuales de los jugadores son insostenibles“, manifiesta Malongo, con una postura que tampoco apoya la intensidad con la que cuentan actualmente las temporadas.
El plan “boicot” del que se habla en Europa ya estaría tomando forma. Los tres dirigentes que encabezan el movimiento se reunieron este jueves en Londres, bajo el contexto de la Conferencia sobre carga de trabajo de jugadores de FIFPRO y PFA, para discutir sobre el futuro del torneo y diseñar los documentos legales que presentarán ante la FIFA manifestando su solicitud, en caso de no cumplirse sus reclamos. Acusan que entre la celebración de Mundiales de Selecciones, de clubes y Copas continentales de países dejarán de existir los parates de mitad de año y la integridad de los futbolistas podría dañarse en el largo plazo.
“Es crear una competición donde el dinero se va a ir para aquellos jugadores que en lugar de tener 7 Ferrari, tendrán 9. Estamos en un mundo que se hacen las cosas al revés, y parece que hay que aplaudirles por que hagan eso. Hay que denunciarlo y pelearlo donde sea“, opinó tiempo atrás Javier Tebas, con Infobae, acerca del Mundial de Clubes. Ahora, con el apoyo de otras instituciones, trasladará ese pensamiento a los papeles.
Desde Suiza aseguran que el Mundial de Clubes se hará sí o sí, y señalan cierta hipocresía en su formulación debido a que hay ligas como la Premier League, que mantienen giras de amistosos en el verano europeo para recaudar dinero, que incluyen viajes extenuantes alrededor del mundo.
La FIFA también explica que los ingresos netos de estas competiciones se reinvierten íntegramente en el desarrollo del fútbol mundial, dando por sentado que el Mundial de Clubes no corre peligro. En el plano sudamericano, el nuevo torneo caería en medio de las competiciones internacionales como la Libertadores y la Sudamericana, que deberían interrumpirse como pasará este año, cuando se dispute la Copa América 2024 en Estados Unidos.