Será este martes y miércoles.
Se sumarán los gremios no docentes, así que se espera una mayor adhesión.
Es por reclamos salariales.
El rector de la UBA, Ricardo Gelpi, acompaña la medida de fuerza.
El conflicto con las universidades volvió a recalentarse. Tras el acuerdo con los rectores y el compromiso de las autoridades nacionales de incrementar en 270% los gastos de funcionamiento, ahora el foco de la disputa tiene que ver con la actualización de los salarios, tanto de docentes como no docentes. Los salarios explican casi el 90% del presupuesto universitario.
La última paritaria entre el Gobierno nacional y los gremios del sector se hizo hace dos martes, el 28 de mayo. En esa reunión, por primera vez participó la ministra de Capital Humano, Sandra Pettovello.
Los sindicatos reclamaron al menos un 40% de recomposición salarial frente al 60% que dicen haber perdido desde diciembre del año pasado.
Según pudo saber Clarín, la respuesta de Pettovello a los gremios no se produjo porque desde el Ministerio de Economía Luis “Toto” Caputo dijo que “no” y ahora dentro del Gobierno estarían tratando de destrabar la negociación.
Mientras tanto, las 61 universidades nacionales del país se aprestan a vivir el martes y miércoles otras dos jornadas de huelga. Con un agravante: esta vez convocan a parar todos los gremios del sector: todos los sindicatos docentes y también el de los no docentes. Además, el miércoles se manifestarán en el Congreso contra la Ley Bases.
Quienes conocen la vida universitaria afirman que los gremios no docentes tienen mucho “poder de fuego” en una medida de fuerza, y esto podría verse reflejado esta semana.
Es que cuando ellos paran, el normal dictado de las clases suele resentirse más, en algunas facultades porque directamente no abren las puertas o porque muchos de los servicios quedan sin funcionamiento.
La semana pasada también hubo paro de 48 horas, que tuvo dispar adhesión y al que habían convocado dos gremios de profesores: Conadu (alineado con la CTA) y Conadu Histórica (de izquierda).
Pero esta vez se suman los sindicatos de la CGT, como FEDUN, que tiene más representación en la UBA y otras universidades del Conurbano más otros sindicatos que están nucleados en el Frente Sindical de las Universidades Nacionales.
“Estamos ante la pérdida salarial más grande de nuestra historia. No vamos a seguir tolerando este deterioro y falta de respeto. Por eso que convocamos a este paro de 48hs y, en caso de no tener respuesta, profundizaremos el plan de lucha y convocaremos a nuevas medidas de fuerza”, dijo a Clarín Daniel Ricci, secretario general de la FEDUN.
Los rectores acompañan
Este lunes el rector de la UBA, Ricardo Gelpi, firmó una resolución en la que expresa su “profunda preocupación” y respalda “el reclamo salarial de los trabajadores y las trabajadoras de esta Universidad por la falta de acuerdo en las negociaciones paritarias docentes y no docentes que garantice el poder adquisitivo del salario y una remuneración que jerarquice su función”.
Según pudo saber Clarín, el resto de los rectores del CIN publicarán le miércoles un comunicado con un tono similar. La idea es acompañar también el reclamo de los sindicatos, aunque dicen que hubieran preferido que el conflicto no se produjera y que las puertas de las universidades “siempre estuvieran abiertas”.
“Acompañamos el reclamo en función de que no hay una propuesta superadora por parte del Ministerio para tener previsibilidad de cómo los salarios van a ir con respecto a la inflación, que no sigan perdiendo, y que puedan recuperar algo del poder adquisitivo que han perdido durante estos meses”, le dijo a Clarín Pablo Domenichini, rector de la Universidad Nacional Guillermo Brown (Unab).
“Ante esa situación, entendemos que es lógico el reclamo de las centrales gremiales y los acompañamos. También esperamos y le pedimos al Gobierno que pueda avanzar en alguna propuesta y que, así como se pudo encontrar la solución de la actualización del 270% de gastos de funcionamiento que aún tienen que hacernos, también encuentren con los gremios un acuerdo racional que permita tener previsibilidad de funcionamiento”, agregó el rector.
El conflicto universitario arrancó a principios de año, cuando tras la prórroga del Presupuesto Nacional de 2023 a 2024, el Gobierno decidió que no habría recomposición para el sector. Los problemas financieros se hicieron ver en las universidades, y el malestar desembocó en la masiva marcha en defensa de la universidad pública en todo el país que se hizo el 23 de abril.
Tras el impacto por las movilizaciones, el Gobierno se reunió con los rectores, y el lunes 27 de mayo ratificó que les otorgará una actualización de 270% en los gastos de funcionamiento a todas las universidades más una actualización también para los hospitales universitarios. Primero habían anunciado una actualización solo para la UBA.
Pero quedaba pendiente el reclamo por la recomposición de los salarios. Aquel día desde el Gobierno deslizaron que también se iba a encontrar una solución, a partir de la reunión paritaria que se haría al día siguiente. La participación de Pettovello fue una señal positiva, pero desde entonces no hubo más noticias. Y ahora todas las miradas apuntan al Ministerio de Economía.