El gobernador bonaerense aseguró que la definición de realizar la obra en Río Negro responde a una orden del presidente. En La Plata sugieren que “no se pondrá un ladrillo” en la provincia patagónica y que ahora “empieza a correr el reloj” para el jefe de Estado
Entre el fastidio, lo previsible y la resignación, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, se sentó este miércoles por la mañana en el Salón Dorado de la gobernación para explicar la posición oficial de su gobierno ante la decisión de YPF de instalar la planta de licuefacción de gas natural en Punta Colorada, Río Negro, en desmedro de la opción de Ingeniero White, en Bahía Blanca.
Como había adelantado Infobae, el gobernador argumentó que la resolución del tema respondió meramente a un factor político que estuvo determinado por el presidente Javier Milei. El capítulo GNL puso, nuevamente, al mandatario provincial en confrontación directa con el presidente, forjando una discusión que tallará indefectiblemente en los objetivos electorales de mediano y largo plazo.
“Nosotros tenemos un puerto funcionando, hay que hacer un puerto nuevo donde no lo hay; yo creo que hasta el 2027, 2028 no va a haber un solo ladrillo; espero equivocarme”, planteó Kicillof en uno los pasajes de la conferencia que brindó este miércoles. La línea que ahora trazará discursivamente el gobernador está puesta en qué es lo que se va a hacer en Sierras Bajas. “Ahora el reloj empieza a correr para Milei, es él quien va a tener que dar explicaciones”, planteaban en la gobernación bonaerense una vez concluida la conferencia de prensa de Kicillof.
En La Plata sostienen la hipótesis de que la decisión está intervenida por dos factores: el desfinanciamiento al territorio bonaerense y la cuestión electoral venidera. Reconocen que la oposición dirá que la decisión del gobernador de no hacer una adhesión explícita al Régimen de Incentivo de Grandes Inversiones (RIGI) hizo mudar la inversión a Río Negro. Kicillof insistió este miércoles que la decisión de YPF no tiene nada que ver con el RIGI .
Ayer por la noche, el presidente de YPF, Horacio Marín y Kicillof hablaron por teléfono. Según pudo reconstruir Infobae, la conversación no fue para nada armoniosa. “Espero y exijo que ratifique públicamente lo que me expresó en privado”, dijo Kicillof sobre el intercambio con el titular de la petrolera argentina al que caracterizó -junto al directorio de YPF- como funcionario del Gobierno. En un comunicado oficial que lleva el sello de YPF y Patronas se explican cuestiones técnicas del por qué de la decisión y se explicita que “la provincia de Río Negro ofreció las condiciones regulatorias y fiscales necesarias para el desarrollo del proyecto”.
A Kicillof lo escoltaron la vicegobernadora, Verónica Magario; el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco; de Infraestructura, Gabriel Katopodis y de Producción, Augusto Costa. Además del ministro de Transporte, Jorge D’Onofrio y de Hábitat y Desarrollo Urbano, Silvina Batakis. A diferencia de otras ocasiones similares -como por ejemplo la conferencia de prensa que realizó Kicillof cuando anunció que Buenos Aires iría a la Justicia por el recorte del Fondo de Fortalecimiento Fiscal (FoFoFi)- esta vez no hubo intendentes ni demás dirigentes del peronismo. En gobernación aclararon que no hubo convocatoria formal y que todo se dio de manera intempestiva: la decisión de YPF y el llamado a la conferencia de prensa.
A la presencia de ministros también se le sumaron en las primera filas de los presentes, la secretaria general de la Gobernación, Agustina Vila; el asesor General de Gobierno, Santiago Pérez Teruel; el director ejecutivo de ARBA, Cristian Girard; la directora ejecutiva del Organismo Provincial de Integración Social y Urbana (OPISU), Romina Barrios; el subsecretario de Asuntos Portuarios, Juan Cruz Lucero; y el director provincial de Vinculación con el Sistema Universitario y Científico, Juan Brardinelli.
Tras la conferencia, algunos diputados nacionales, intendentes y ministros provinciales se manifestaron a través de sus redes sociales. El intendente de Lomas de Zamora, Federico Otermín, expresó que “la decisión de marginar a la provincia de Buenos Aires de la construcción de la Planta de GNL es el fiel reflejo de la mirada política del Gobierno, una visión sesgada y cortoplacista que prioriza enconos personales por sobre el desarrollo y bienestar de la comunidad”. Otermín oscila entre los jefes comunales del PJ y la sintonía con La Cámpora y su líder, el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner.
El ministro de Desarrollo de la Comunidad, Andrés Larroque, planteó que “Milei decidió profundizar su castigo al pueblo bonaerense. Por un capricho ideológico del Presidente, nuestra Provincia se ve privada de una inversión en la que se viene trabajando hace 10 años”, y que “tenemos un sólo compromiso y es con el mismo pueblo al que todos los días defendemos de las agresiones del Gobierno nacional”.
En el mes de agosto, Milei encabezará un acto político en territorio provincial. Una de las posibles locaciones puede ser la capital bonaerense. El encuentro tendrá un alto tinte proselitista en sangre. El presidente estará acompañado por el diputado nacional, José Luis Espert, como escolta estelar junto a la ministra de Seguridad de la Nación, Patricia Bullrich. El diputado se perfila para encabezar la lista de La Libertad Avanza en la provincia de Buenos Aires.
Este miércoles, Kicillof habló sobre eso: “Milei no solo perdió las tres elecciones sino que no ganó un solo municipio en la provincia de Buenos Aires. Leía que quiere venir a hacer un acto; evidentemente están en campaña y la campaña de Milei es perjudicar y hacer daño a la provincia de Buenos Aires, para ver si así lo votan; pero justamente lo que está haciendo Milei es deteriorando más una situación que va en caída libre por su programa económico”.
En la gobernación bonaerense ponen sobre la mesa que en las elecciones del año pasado, lo que fue Unión por la Patria se impuso en las Primarias, las elecciones generales y el balotaje. Sin embargo, no alcanzó.De esta manera, la resolución por la ubicación en la planta de GNL forma parte otro punto de inflexión de la tumultuosa relación entre el presidente y el gobernador bonaerense, adelantando una contienda electoral que los tendrá como protagonistas.