“El avasallamiento a los trabajadores petroleros, perjudicados directamente por esta medida impositiva de la Ley 26.176, discrimina a nuestros representados castigando el poder adquisitivo, el empleo de calidad y el pleno desarrollo de una actividad como es la del sector energético, estratégica para el progreso económico del país”, indicaron desde la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles.
El conflicto
El conflicto se inició con la publicación del Decreto 652/2024 en el Boletín Oficial, el cual reglamentó el artículo 82 de la Ley N° 27.743 (Paquete Fiscal); en su articulado se definió quiénes serían los trabajadores petroleros eximidos del nuevo pago de Ganancias. El beneficio solo le correspondió a los “trabajadores de pozo” de Vaca Muerta.
El “personal de pozo” incluye a aquellos que realizan actividades esenciales como la exploración petrolífera o gasífera, tareas en boca de pozo, perforación, terminación, mantenimiento, reparación, intervención, producción, servicios de operaciones especiales y servicios de ecología y medio ambiente.
Desde el gremio FaSiPeGyBio, liderado por Mario Lavia, aseguraron que la decisión del Gobierno nacional “fue discriminatoria”.
Los directivos que sí deberán volver a pagar el Impuesto a las Ganancias son quienes ocupen o desempeñen en empresas públicas o privadas cargos en directorios, consejos, juntas, comisiones ejecutivas o de dirección, órganos societarios asimilables o posiciones gerenciales que involucren la toma de decisiones o la ejecución de políticas y directivas adoptadas por los accionistas, socios u órganos antes mencionados.
También volverán a quedar alcanzados por Ganancias los petroleros que se desempeñen en las cuencas Austral, Noroeste, Cuyana y Golfo San Jorge, además de los obreros de las refinerías de la provincia de Buenos Aires, como los de Dock Sud, Campana o La Plata, todos afiliados a la Federación Argentina Sindical del Petróleo, Gas y Biocombustibles (FaSiPeGyBio).
La protesta lanzada por la Federación afectará el transporte de combustible; es decir, su salida de las refinerías.
Aumentos de nafta
La medida de fuerza coincide con un nuevo aumento de la nafta en surtidores. Si bien no está del todo claro de cuánto sería el aumento, en el sector energético analizan que la suba podría ubicarse entre un 3 y un 5 por ciento. El impacto tiene que ver principalmente con la devaluación mensual de 2% y la inflación, pero todavía no se sabe qué hará el gobierno con los impuestos y los biocombustibles.
El litro de nafta súper de YPF en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) se acercaría cada vez más a los $ 1.000 desde la semana que viene, si el aumento en los surtidores finalmente es de alrededor de 4%.
De este modo, el litro de súper pasaría de $ 941 a cerca de $ 980, mientras que la nafta premium de YPF en el AMBA saltaría de $ 1.162 a $ 1.210 desde agosto, pese a registrar una caída de 12% en junio del consumo de combustibles en todo el país.
Desde que asumió el presidente Javier Milei, las naftas y el gasoil aumentaron casi un 70%, según la información de precios de la Secretaría de Energía. Bajo el gobierno libertario hubo aumentos de combustibles todos los meses.
En enero (con la devaluación de diciembre de 118%) fue de 25,5%, en febrero 5,6%, en marzo de 7%, en abril un 4,5%, mayo 4%, junio 3,5% y julio poco más de 4%, todos los movimientos de precios expresados en promedio.
En agosto, el impacto principal será de la devaluación o crawlling peg (movimiento mensual del tipo de cambio) de 2% que estableció el Banco Central de la República Argentina (BCRA), pero que definió el ministro de Economía, Luis Caputo, desde que desembarcó en el quinto piso del Palacio de Hacienda. La industria petrolera tiene sus costos dolarizados y las devaluaciones impactan de forma directa en el precio final de los derivados.
A esto se suma la inflación mensual, que en junio fue de 4,6%, según determinó el INDEC. Según fuentes del sector consultadas por El Destape, entre la devaluación mensual y la inflación, la suba del precio de los combustibles sería de 3% para agosto.
Las cámaras empresarias que nuclean a las estaciones de servicio como CECHA, FECRA y AES, acordaron una suba salarial de 10% entre julio (7%) y agosto (3%) con el Sindicato de Empleados de Estaciones de Servicio (Soesgype).