Fue fabricado en Turquía hace seis años por uno de los astilleros más prestigiosos del mundo.
El reporte oficial de la causa del naufragio y tres hipótesis sobre el dramático final de la embarcación.
El impacto con un cuerpo similar a un iceberg, una mala maniobra o una falla en alguna válvula de toma de agua. Esas son tres posibles causas del hundimiento del buque pesquero Argos Georgia, al este de las Islas Malvinas durante la tarde del lunes, asunto que se encuentra en plena investigación. Todos los tripulantes alcanzaron a abandonar la nave, se aseguraron en las balsas salvavidas, pero sólo 14 personas lograron sobrevivir: siete permanecen desaparecidas y seis fueron encontradas sin vida. Es el saldo temporario del naufragio del acorazado de los 30 millones de dólares.
Modelo 2018, obra del astillero Tersan, en Yalova, al sudeste de Estambul, sobre la parte asiática de Turquía. El astillero es uno de los orgullos de ese país, una potencia naval. Un buque tipo Iced 1C, preparado para aguas frías, como las del Atlántico Sur a la altura de las Malvinas o Georgia del Sur. Treinta millones de dólares sería el presupuesto aproximado para construir uno parecido.
Ese era el buque Argos Georgia, uno de tipo palangrero, de 53,85 metros de largo y 13 de ancho, de peso bruto de 2.000 toneladas, de dos motores y con capacidad para 28 personas, 505 metros cúbicos de capacidad de combustible y 46 metros cúbicos de agua.
Lo que se sabe es que el hundimiento se desencadenó por una entrada de agua ocasionada, a su vez, por “las inclemencias meteorológicas”, indicó la Armada argentina.
“Un buque Iced 1C es uno que está preparado para ese tipo de agua, fría y de alto oleaje, y también para encontrarse con el hielo. Por eso está revestido su casco de una manera más reforzada, así como también su estructura. Es un buque estilo palangrero, que pesca con anzuelos en aguas profundas”, explica a Clarín Domingo Contessi, miembro de una familia propietaria de un astillero en Mar del Plata.
Si bien su empresa no fabrica el mismo tipo de buques que el Argos Georgia, sí ha fabricado ejemplares de similar tamaño pero para otro tipo de latitudes marítimas, a las que sí está habituada la actividad pesquera nacional.
Los buques que frecuentan las altas latitudes del Atlántico Sur, en cambio, suelen ser fabricados en astilleros de Noruega, Dinamarca, España o Turquía. Al Argos Georgia lo construyó Argos Froyanes, una empresa armadora que es una joint-venture entre una empresa inglesa (Argos) y una noruega (Ervik Harfiske).
El Argos Georgia, un habitué de la zona
El Argos Georgia estaba pensado para las aguas antárticas y ahí operaba, con frecuencia. Tan sólo desde julio de 2023, el buque frecuentó durante tres intervalos las Islas Malvinas, la zona en donde se hundió este lunes por la tarde.
31 de julio de 2023, 26 de noviembre del mismo año y 25 de abril de este año, siempre según la plataforma HiFleet, fueron los intervalos en que Argos Georgia operó en el Atlántico Sur. Otra locación frecuentada, en los entretiempos entre los intervalos antes citados y según la misma plataforma, fue la Bahía de Walvis, en Namibia, en la orilla africana del Atlántico.
En cuanto al itinerario realizado por el Argos Georgia en el Atlántico Sur, se reportaron numerosas posiciones en inmediaciones de las islas Georgia y Sandwich del sur. Entre el 30 de abril y el 17 de julio estuvo en esa zona. Todas ellas, incluida la excursión final con autorización de la autoridad británica que administra las Islas Malvinas, según trascendió.
A pesar del reclamo de soberanía, el Argos Georgia no requería de autorización argentina para operar en la zona. En aguas nacionales, el Estado argentino dispone una cuota establecida por barco debido a que la merluza negra se trata de una especie en peligro de extinción. El Consejo Federal Pesquero resolvió en 2023 reducir al 1,5% de la capacidad de bodega de un barco la cantidad a quedarse o 5 toneladas del pescado, lo que represente la cifra menor.
El sábado pasado, 20 de julio, ingresó a Puerto Argentino. Salió de allí el 21 a las 19 (hora argentina) rumbo a las Georgias del Sur. Según se desprende de su trayectoria, a menos de 200 millas marítimas de Puerto Argentino dibujó un rulo y entregó su última posición el lunes 22 a las 17.47.
“Nuestros tripulantes son verdaderos profesionales y cuentan con formación periódica para tal situación. Confiamos en su capacidad para utilizar los equipos de seguridad de la mejora manera”, señaló este martes Argos Froyanes, la armadora de capitales británicos y noruegos que fabricó el Argos Georgia, que expidió un comunicado institucional respecto del hundimiento de la nave. “Rezamos por nuestros tripulantes con la esperanza de verlos seguros en tierra lo más pronto posible“, culminó el comunicado.
El funcionamiento del barco que se hundió en las Malvinas y el protocolo de evacuación
“Estos barcos van tirando líneas (cabos) que tiene atados centenares de anzuelos encarnados automáticamente. Dejan esas líneas en el fondo del mar durante un par de días, señalizadas con boyas, y luego las van recogiendo. Este tipo de barcos puede tirar hasta 10.000 anzuelos. Este método parece ser más selectivo que la red de arrastre pero en realidad permite pescar en las rocas, donde va a comer o se esconde la merluza negra y donde la red de arrastre no podría pasar porque se rompería”, detalla Contessi sobre los buques palangreros.
En ese sentido y siempre según su criterio, descarta posibles problemas por sobrepreso en la nave. “Pescaban merluza negra, una especie que no es muy común y que cuesta, aproximadamente, 35 dólares por kilo. Los buques como el Argos Georgia pescan poco pero muy caro”.
El Argos Georgia tenía sólo seis años de existencia, lo que aumenta las dudas sobre qué pudo haberle sucedido para terminar rumbo al fondo del mar.
“Según se informó, hubo un incidente en el barco que causó una entrada de agua, pero un buque de esos no se parte al medio con facilidad. Pudo tratarse de una colisión con un iceberg, una mala maniobra del capitán o una falla en una cañería toma de mar“, conjetura Contessi.
—¿Qué es una toma de mar?
—Una toma de mar es una toma de agua que la nave usa para refrigerar los motores, para desalinizar, para la operatividad del sistema de congelamiento, entre otras cosas. Pero todo es materia de investigación, y aún falta que hablen los tripulantes para saber con más precisión qué pasó.
—¿Y hay protocolos para casos de entradas de agua mientras un buque navega?
—Depende de la magnitud de la entrada de agua. Si la filtración es pequeña, o se trata de una grieta en una soldadura, se puede llegar a reparar. En los barcos hay bombas que succionan agua en casos de filtraciones, pero se ve que en este caso no se alcanzó a succionar a tiempo de evitar el hundimiento y hubo que abandonar el barco. Se declaró, no obstante, que era una filtración controlada, que no evitó al final el hundimiento pero sí dio tiempo para que toda la tripulación pudiera salir hacia las balsas sobrevidas. Pero las condiciones eran inclementes, había olas de 8 metros de alto.
Otro asunto crítico en este tipo de filtraciones es la zona específica en que el agua ingresa. La sala de máquinas tendría una mayor tolerancia a una inundación y permitiría un margen de acción mayor, y así evacuar agua a un ritmo menor. Pero hay otras zonas más comprometedoras, como la bodega, que es la zona más grande de un barco y está por debajo de la línea de flotación, por lo que una entrada de agua resulta casi letal para la embarcación.
En el astillero de Contessi se han construido casi 150 buques de distintos tamaños, pero nunca del mismo tipo del Argos Georgia, que tampoco fabrica otro astillero en Argentina.
“En nuestro país actualmente no se construyen barcos así porque somos más competitivos en la renovación y construcción de barcos pequeños. Esto es así tanto por cuestiones de financiamiento, como porque el rubro naviero nacional históricamente privilegió más la importación de barcos usados. Hay algunos astilleros en Argentina, como el nuestro, o el de SPI en Mar del Plata, o el de Caleta Paula en Santa Cruz, o en otros lugares como el astillero Tandanor o el de Río Santiago, que podrían construir este tipo de buques”.