La mayoría de los tumores de cabeza y cuello se diagnostican en estadios avanzados.
Estiman que el 90% de los casos podrían prevenirse.
Hablar de cáncer de cabeza y cuello es hablar de tumores que se localizan principalmente en la boca y en la garganta. El problema es que se habla poco de ellos -a tal punto que a veces se los considera ignorados u olvidados- y a raíz de eso, pese a que son altamente prevenibles y tratables, la mayoría de los pacientes llega a la consulta en estadios avanzados, cuando el pronóstico es menos favorable.
En vísperas del Día del Cáncer de Cabeza y Cuello -que se conmemora el 27 de julio-, especialistas renuevan el llamado a la concientización sobre estos tumores que, en conjunto, según las últimas estimaciones del IARC, produjeron en Argentina 1.500 muertes durante 2022 (1.300 si se excluyen los de tiroides).
Qué es el cáncer de cabeza y cuello
Bajo ese nombre se agrupa un conjunto tumores que se desarrollan en la boca (en la lengua, encías, carrillos, paladar, en el piso de la boca, en los labios), laringe, faringe, senos paranasales, cavidad nasal y las glándulas salivales.
“Se incluye también a los de tiroides, pero no a los tumores cerebrales, que pertenecen a la neurooncología”, aclaró el médico oncólogo y radioterapeuta Marcos David Pereira, miembro de la Unidad Funcional de Tumores de Cabeza y Cuello del Instituto de Oncología Ángel H. Roffo (UBA).
Todos comparten los mismos factores de riesgo (liderados por el cigarrillo y el consumo excesivo de alcohol), la mayoría modificables, por lo que se considera que 9 de cada 10 casos podrían prevenirse.
Su aparición es más común después de los 50 años, aunque en los últimos años se registró un aumento en la incidencia entre poblaciones más jóvenes, incremento asociado principalmente a infecciones por VPH vinculadas a la práctica de sexo oral.
Síntomas de alarma
Si bien los tumores de cabeza y cuello no se cuentan entre los de mayor prevalencia, la preocupación está centrada en que no solo se falla en la prevención, sino que también se llega tarde al diagnóstico porque se subestiman o pasan por alto las señales de alarma.
“Es muy importante prestar atención a los síntomas, porque en estos tumores, tanto en Argentina como en cualquier lugar del mundo, existe una demora muy grande entre la aparición del primer síntoma y el inicio del tratamiento”, advirtió Pereira, quien también se desempeña en el Instituto Roffo como Jefe del Departamento de Docencia e Investigación.
“En general las personas dicen ‘estoy disfónico, ya se me va a pasar’ o ‘tengo una lesión en la boca, ya se me va a curar’, y esa es la causa de una primera demora, porque en realidad la gente no piensa que pueda crecer un tumor en esas zonas y demora en consultar”, dijo.
El especialista llamó también la atención sobre una segunda demora, que se registra entre la consulta y el diagnóstico, “porque a veces en el ambiente médico falta conciencia sobre los tumores de cabeza y cuello”.
Los síntomas son variados, muchas veces pueden confundirse con los de condiciones más frecuentes y benignas, por lo que no es raro que terminen subestimándose.
“Pueden incluir desde lesiones visibles hasta mal aliento, disfagia, dolor al tragar y ganglios en el cuello“, precisó Marcelo Figari, cirujano especialista en cabeza y cuello, y rector honorario de la Universidad Hospital Italiano de Buenos Aires.
Las lesiones visibles son fácilmente reconocibles odontólogos, que con solo revisar la boca pueden detectarlas e indicar estudios para confirmar o descartar las sospechas. Figari aconseja realizar consultas periódicas a odontólogos y dermatólogos, especialistas que suelen tener el ojo entrenado en advertir señales de alarma.
¿Cuáles son esas señales de alarma? LALCEC las precisa en detalle en el marco de la campaña de concientización “Tu garganta roja, solo por pasión. Aprendé cómo cuidarte”, que lleva adelante con el apoyo del Club Atlético Independiente y Merck .
- Cavidad oral: Manchas blancas o rojas en las encías, la lengua o el revestimiento de la boca. Una tumoración de la mandíbula que hace que las dentaduras encajen mal o resulten incómodas. Sangrado o dolor inusual en la boca.
- Faringe: Dificultad para respirar o hablar. Dolor al tragar. Dolor persistente en el cuello o la garganta. Estridor (ruido agudo al respirar). Dolor de oído persistente. Dificultad respiratoria. Dolores de cabeza frecuentes, dolor o zumbido en los oídos; o dificultad para oír.
- Laringe: Disfonía, dificultad respiratoria en estadios más avanzados y dolor al tragar.
- Senos paranasales y cavidad nasal: Senos paranasales bloqueados que no se despejan. Infecciones sinusales crónicas que no responden al tratamiento con antibióticos. Sangrado por la nariz. Frecuentes dolores de cabeza. Alteraciones en los movimientos oculares y disminución de agudeza visual. Dolor en los dientes superiores. Problemas con las dentaduras. Síntomas de compresión, como hinchazón facial.
- Glándulas salivales: Hinchazón debajo del mentón o alrededor de la mandíbula, entumecimiento o parálisis de los músculos de la cara, o dolor en la cara, el mentón o el cuello que no desaparece.
“A partir de la mayoría de estos síntomas, la campaña de LALCEC apela a cuidar la garganta y que esta se ponga roja solo por la pasión futbolera, pero no por una lesión tumoral. Y fomenta la realización de una consulta médica ante la presencia de cualquiera de estas señales”, dijo el médico oncólogo Carlos Silva, coordinador médico y co-coordinador Psicosocial de la Liga Argentina de la Lucha contra el Cáncer.
Factores de riesgo
Si bien puede haber predisposición genética, el desarrollo de tumores de cabeza y cuello está asociado principalmente a factores de riesgo modificables: el tabaquismo y el consumo excesivo de alcohol.
De hecho, se estima que 3 de cada 4 de estos tumores aparecen como consecuencia de la combinación de ambos.
En ese sentido, Manglio Rizzo, jefe del Servicio de Oncología Clínica del Hospital Universitario Austral, apuntó en un comunicado difundido por la institución que beber 50 gramos de alcohol al día (uno 400 ml de vino) “aumenta el riesgo entre 5 y 6 veces”. Mientras que fumar también multiplica las chances. “El riesgo puede verse acrecentado entre cinco y 25 veces, según la cantidad y el tipo de tabaco”, dijo. Y destacó el “efecto sinérgico” que se produce entre ambos.
Recientemente, un estudio internacional del que participaron investigadores argentinos (Eduardo Piemonte, de la Universidad Nacional de Córdoba, y Laura Werner, del Hospital Alemán), mostró hay un factor que puede ayudar a potenciar o acelerar (en algunos casos hasta duplicar) el riesgo derivado del uso o consumo de esas sustancias: los dientes o prótesis en mal estado, que pueden generar irritación mecánica crónica, incluso sin que la persona que la sufre lo note. Por lo que la mala higiene bucal y la enfermedad periodontal también contribuyen a elevar el riesgo.
“La irritación mecánica crónica es todo efecto traumático producido en la mucosa bucal por un roce constante y de baja intensidad. Los síntomas son diferentes, hay pacientes que se dan cuenta de que esto ocurre porque les produce ardor o molestias y otros que no lo perciben”, advirtió Werner.
En cuanto a la infección por VPH, Manglio Rizzo destacó que aumenta el riesgo de carcinomas de orofaringe (garganta) “que se dan típicamente en pacientes más jóvenes, sexualmente activos”, por lo que subraya la recomendación de la vacunación contra VPH (está incluida en calendario para niños y niñas al cumplir 11 años).
La mala alimentación, la exposición prolongada al sol sin protección y el consumo de bebidas muy calientes también pueden actuar como factores predisponentes.
Tratamiento
Los tratamientos varían según el tipo celular, la localización y el estadio, y pueden incluir desde cirugía y radiación (las más frecuentes) hasta quimioterapia, inmunoterapia y terapias dirigidas.
Las estadísticas indican que si el tumor es detectado en forma precoz, el éxito del tratamiento es superior al 85%.
“Si el tumor está avanzado y requiere una cirugía muy grande, se corre riesgo de que el paciente pierda alguna función o deba agregar radioterapia en áreas más extensas, que se asocian a más efectos adversos. Por ello es central el tema del diagnóstico precoz. Nuestro objetivo siempre es tratar de curar a los pacientes, pero también que conserven una buena calidad de vida”, concluyó Silva.
➪AGENDA. En el marco de la campaña de prevención del cáncer de cabeza y cuello, el servicio de odontología del Hospital Alemán (Av. Pueyrredón 1640, CABA) realizará exámenes estomatológicos gratuitos entre el lunes 5 y el jueves 8 de agosto, de 8 a 12. Consultas sin cargo, con turno previo, destinadas al público en general, llamando al 4827-7000 (opción turnos).
El Instituto de Oncología Ángel H. Roffo (Av. San Martín 5481, CABA) realizará una campaña de detección gratuita y abierta a la comunidad desde el 29 de Julio y hasta 2 de agosto, de 8.30 a 12, en el Servicio de Odontología Pabellón Romeo.