La mujer había solicitado hace un mes la restricción de acercamiento de su ex pero no le fue otorgada.
Una mujer policía de 32 años fue asesinada a puñaladas el viernes por la noche en su casa, siendo el principal sospechoso del hecho su expareja, de 38 años, tras ser hallado en el lugar cubierto de sangre y a medio vestir. Según trascendió, la mujer lo había denunciado anteriormente por agresiones verbales y hasta había pedido medidas cautelares que la Justicia otorgó parcialmente.
El caso ocurrió en el Barrio Pompeya de Bolívar, en el norte de una ciudad que amaneció conmocionada. En la deconstrucción de los hechos, se estableció que Germán Olivare ingresó a la casa Rocío González, a quien la apuñaló con un arma blanca hasta matarla. La Unidad Funcional de Instrucción (UFI) N° 15 de Bolívar investiga el caso bajo la carátula de femicidio agravado por el vínculo, según indicó el medio local Presente. Hasta el momento, el hombre permanece en calidad de aprehendido, aunque pedirán su detención formal.
Horas después de conocida la noticia, el colectivo Ni Una Menos Bolívar convocó a una marcha en el Centro Cívico en el centro de la ciudad. Durante esta tarde se congregaron cientos de personas al grito de “Justicia” para reclamar por la joven. “Con profundo dolor anunciamos el femicidio de Rocío Gonzalez. Abrazamos muy fuerte a su familia, amigos/as y a su hijita Antonia. Nos encontramos 18hs en el Centro Cívico para exigir justicia”, decían en al convocatoria.
Hace un mes, la propia joven había radicado una denuncia civil ante la Comisaría de la Mujer y la Familia en la que relató un hecho de violencia de género. La mujer había pedido medidas a la Justicia para prohibirle al hombre el ingreso y acercamiento a su domicilio.
La mujer declaró que recibió insultos y forcejeo físico por parte de Olivare dentro de su vehículo, situación que no habría sido la primera en el vínculo que mantenían. “No es el primer episodio que discutimos y que me insulta, ya que no tolera que finalice la relación”, había narrado Rocío hace casi un mes. Cansada de ese tipo de situaciones, solicitó en su denuncia que se arbitren las medidas cautelares de prohibición de ingreso y acercamiento, perímetro de exclusión de 200 metros a la redonda, prohibición de contacto mutuo y cese de los actos de molestias, perturbación y hostigamiento. Sin embargo, el juzgado sólo otorgó el cese de los actos hasta el 10 de septiembre y no las prohibiciones.
Rocío era sargento de policía y desempeñaba funciones administrativas en la Comisaría de la Mujer y la Familia. Tras conocerse el caso, sus amigos y compañeros de trabajo se juntaron en la puerta de la casa.
Mientras, el auto de Olivare -un Peugeot negro- fue prendido fuego y los bomberos debieron asistir para apagarlo, a la vuelta de la casa de la víctima. Según recogió el medio local Diario La Mañana, vecinos dijeron que el auto dio vueltas por el barrio durante la noche y creen que el incendio podría ser una represalia en venganza del crimen.